sábado, 6 de febrero de 2016

JUAN EMILIO EN LA HERMANDAD



 JUAN EMILIO BATISTA CRUZ:

Hola, querido hermano. Muchas felicidades por lo conseguido en la Serie del Caribe por los combativos Venados de Mazatlán. 

Ganen o no por esas veleidades que conocemos son propias del Deporte Rey y que por eso es tan lindo, son mis favoritos para llevarse el trofeo a Mi México lindo y Querido.

No me gusta ni un poquito ese sistema de las Series del Caribe que permite que un equipo con solo una victoria en cuatro salidas.

Te imaginas, querido Jesús, que los Tigres de Ciego de Ávila, no solo dejaran fuera a un rival que transitó invicto, sino que gane el Torneo?

No hay nada más injusto, pero también reconozco que es parejo para todos.

Descabellada o no, es la regla que define esa competencia.

Yo, por supuesto, al igual que a todos los cubanos, nos llena de alegría y esperanza.

Es bien difícil, pero no imposible.

Ah, Jesús, y una vez más se confirma que el roce internacional, las llamadas horas de vuelo en recorrido por las diferentes ligas, incluida la MLB es asignatura pendiente para los talentosos peloteros cubanos.

En sus tres presentaciones en la Serie del Caribe, desde la cita de Isla Margarita, la novena cubana ha comenzado mal, sorprendida, a todas luces, por un béisbol de mucho oficio, de gran calidad táctica y de un pitcheo absolutamente superior colectivamente al de nuestras Series Nacionales, pero en todos los casos, y a pesar de ser una competencia muy corta, se aclimataron y mostraron su mejor cara.

Muy lastimoso lo ocurrido a los anfitriones Leones del Escogido, favoritos de todos y que provocaron y provocan mucha amargura, con abundantes lágrimas incluidas, a la entusiasta y conocedora fanaticada de República Dominicana.

Me imagino la lluvia de críticas que deben haber colmado las páginas deportivas de los periódicos de la cercana y querida Quisqueya la Bella.

Espero que, pase lo que pase y como escribí en esta columna tras el descalabro cubano en Isla Margarita, la Dirección de la pelota en  mi lindo y siempre verde Caimán Antillano, aprenda la lección.


Te pido disculpas por estas un poco largas reflexiones, pero quería compartir contigo y toda nuestra amada Hermandad, estos puntos de vista. Un abrazo, Juan Emilio.

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