martes, 22 de junio de 2021

 


Al Bat

 

Miguel Sotelo: grande por excelencia

 

Por Jesús Alberto Rubio.

 

Un 22 de junio, de 1933, nació en Los Mochis, Sinaloa, el gran Miguel Sotelo, Salón de la Fama del béisbol mexicano y quien está ubicado como el más impactante lanzador de las primeras siete temporadas de la Liga Invernal de Sonora, hoy LMP.

Con Naranjeros de Hermosillo está conceptuado como el mejor lanzador derecho de todos los tiempos y por ello retiró su número 19 el 20 de octubre de 2007.

Su historial es riquísimo, tanto en invierno como en el verano (LMB) con los Pericos de Puebla (24 triunfos en 1963 para ayudarlos a conquistar el banderín).

Incluso, como trascendió como estratega con Obregón, Guaymas, Hermosillo, Reynosa, al cual hizo campeón en 1969; Tampico, Puebla, Monterrey y Monclova.

Inolvidable fue aquel 69 cuando por vez primera le dieron el mando de un equipo, Reynosa, y los llevó a conquistar el banderín.

¿Vemos sus records en la LMP?:

1.- Dos sin hit ni carrera, con una ocasión quedándose a un out de lograr otro.

2.- Dos veces fue JMV, siendo bujía junto con Héctor Espino para que los Naranjeros obtuvieran tres banderines en la primera parte de la década de los 60.

3.- Más temporadas siendo líder en juegos completos y consecutivos (4); más cierres en un año (7, empatado con Emilio Ferrer, Panchillo Ramírez, José Peña, Jorge Rubio y Mercedes Esquer); más campañas siendo líder en ganados (3) empatado con José Peña.

4.- Más juegos ganados en un año (18), en forma seguida (13) y en dos temporadas consecutivas (16).

5.- Más campañas seguidas siendo líder en innings lanzados (3); más en ponches y también años seguidos (3).

6.- Es  junto con Vicente “Huevo” Romo y José Peña  uno de los más grandes lanzadores  de nuestro béisbol de invierno y en verdad que su marca de 18 triunfos representa ahora algo muy difícil de superar por la diferencia del rol regular.

Miguel falleció el 7 de julio de 2007 en la Ciudad de Chihuahua.

Enseguida, le comparto más datos  sobre su notable trayectoria::

“El Caballo” del pitcheo

Cuando Hermosillo fue bicampeón en las temporadas 1960-61 y 1961-62, Miguel Sotelo fue “el caballo” y toda una inspiración y liderazgo con su pitcheo.

Además, fue el primer Naranjero en lanzar un juego sin hit ni carrera (62-63), joya de pitcheo que también en 1955, con Cananea, logró ante Phoenix en la Liga Arizona-México.

Estudió Odontología

Desde muy niño vivió en Nogales donde terminó primaria, secundaria y preparatoria. Luego se fue a estudiar la carrera de Odontología en la Universidad de Guadalajara, pero faltándole dos semestres para terminarla, dejó los libros por el béisbol.

Antes de meterse de lleno a la pelota Sotelo fue un excelente basquetbolista, habiendo participado en torneos estatales y nacionales defendiendo los colores de México.

De aquellos años, Rafael “Falo” Ibarra Muñoz, ex jugador en los 50´s de la Liga Sun Set, nos ilustra diciendo que en su juventud como pelotero, a Miguel Sotelo le llamaban “Chile” ya que era muy delgado y alto, “así como las varillas de cachanilla”. Más tarde también tendría los apodos de  Mike y “Miguelón”.

Tuve la oportunidad de tratarlo y en verdad, siempre encontré en él una gran amistad y respeto dentro y fuera del terreno de juego. Todo un caballero que, luego de retirarse, administró una casa de deportes que llevaba su nombre (Uniformes Sotelo) aquí en la capital sonorense.

Vivió enfrente del “Fernando M. Ortiz”

Miguel vivió en Hermosillo a unos metros de distancia de lo que fue el estadio “Fernando M. Ortiz”.

Su estadía en ese hogar sería entre 1959 y 1966, ubicada por la avenida Morelia, casi esquina con lo que hoy es el Parque Popular Infantil donde antes estuvo “La Casa del Pueblo” y en estadio “Fernando M. Ortiz”… hasta 1972.

Rafael, resalta la figura de Sotelo:

“Miguel fue hombre bueno,  honesto, moral, buen padre de familia y esposo; como sabes, con educación,   preparación académica, muy social y generoso. Tuvo un gran corazón y el don de la amistad; siempre manifestó gestos de buena voluntad para todos”.

Dijo que fue su  vecino ya que vivió durante algunos años a cien metros al oriente de su casa. “Todavía está la que fue su residencia, la que por cierto está  deshabitada”.

Ahí cohabitó con su señora esposa, Leticia Campbell y sus hijos Jesús Santiago, Alán, Fernando y Lupita, todos radicados en Chihuahua.

Con Mexicali

Miguel Sotelo decidió a sus 20 años de edad incursionar en la pelota profesional con los Águilas de Mexicali dirigidos ni más ni menos que por don Adolfo Luque, el inolvidable “Zorro Plateado”.

Al siguiente año, en 1954, lanzó para  Hutchinson Kansas, sucursal de los Piratas de Pittsburgh y ahí tuvo de timón a George Genovese. (El 55, pasaría a la historia en la Arizona-México con el no hit no carrera que ya le cité).

En la famosa Costa del Pacífico tuvo también momentos grandes: con los Mochis en 1955-56 registró marca de 2-3, pero en la 57-58, la última de ese circuito, de nuevo cuenta estuvo a punto de conseguir otro sin hit ni carrera ante Hermosillo:

Ganaba 4-0 y sólo le faltaba un out para conseguir la gloria. Sin embargo, John Waters le pegó rola que se fue de hit entre tercera y short y ¡adiós doble cero!

En el 56 pertenecía a la organización de Pittsburgh, enviándolo a los Tigres del México (tuvo 3-2 y en el 57, 9-4), pero en el 58 el timón Chuck Genovese decidió mandarlo a Nuevo Laredo y ahí en el 58 con récord de 4-4 ayudaría a que  los “Tecolotes” fueran campeones.

Ese equipo dirigido por el cubano José “Cheo” Ramos fue algo grande: Además de Sotelo tenía a Arturo Cacheux, Tony Dichochea (16 victorias); Juan Piedra (15), Máximo García (11), Romeo Cadena (7), Julio  “Jiqui” Moreno, Procopio Herrera; a Ronnie y Moi Camacho, Rudy Sandoval, “El Zurdo” Escalante, Pablo Bernard, Baldemar Carmona, “Ronquito” García, Baró, Taborn… 

 Con los Naranjeros

Miguel Sotelo fue parte del equipo Hermosillo en la primera campaña de la naciente Liga Invernal de Sonora en 1958-59, logrando marca de 4-2 y un excelentísimo 1.41 en efectividad.

La siguiente campaña invernal no vio acción, pero mire usted lo que sucedió en el 60-61:

De golpe y porrazo se convirtió en el pitcher sensación por su enorme clase y calidad de su pitcheo: 17-3, 1.95 en CLA y 114K.

El récord de 18 triunfos

A la siguiente campaña, la del bicampeonato,  siguió lanzando en forma por demás impresionante: 18-6, 1.63 de efectividad y subió su cifra de ponches a 145.

Sotelo & Espino

En esos dos banderines consecutivos, los Naranjeros tuvieron de estratega a Virgilio Arteaga y la poderosa ofensiva en un joven portento que comenzaba a trascender por su

En el primero de esos dos títulos, el debutante Espino capturó sus primeras coronas de bateo (.380) y la de jonrones (10), en tanto Sotelo fue el Jugador Más Valioso al ser líder en ganados y perdidos (17-3), victorias (17), juegos lanzados (23), completos (15) y ponches (114).

Y cuando lograron el doble título consecutivo, Sotelo impuso el récord vigente de 18 victorias, trece de ellos en forma seguida, los que unidos a los primeros tres de la siguiente campaña, ascendieron a 16. También fue el JMV y, por su parte, Espino volvió a ser campeón bat con .344.

Fueron aquellos gloriosos días Naranjeros donde también brillaron con Héctor Espino, Juan de Dios Villareal, Blas Arredondo, Mauro Contreras, Marco Antonio Manzo, Andres “Avestruz” Rodríguez, Jesús Bustamante, Eradio Burruel, Horacio Solano, Juan Suby, Blas Arredondo, Ramón “El Diablo” Montoya, entre otros grandes peloteros de esa época.

Otro sin hit

La historia aún le tenía reservado otro gran momento: el 8 de diciembre del 62 en el “Fernando M. Ortiz”, dejó en blanco y sin hit a los Mayos de Navojoa para una histórica  victoria de 2-0.

Ese año tuvo récord de 13-10 y 3.47. Luego, en la 1963-64, logró 13-12 y 2.76, ayudando de nuevo a Hermosillo a obtener su tercera corona invernal en la que Leo Rodríguez fue el mánager.

En resumen, de ese período, nos dice que vistió el uniforme de los Naranjeros desde la temporada 1958-59 hasta la 66-67, logrando 93 triunfos, 811 ponches y una efectividad de 2.59.

Sotelo fue parte de las escuadras campeonas de 1960-61, 61-62 y 1963-64, además se encuentra dentro de los diez mejores en efectividad de la historia de la Liga Mexicana del Pacífico, fue líder en victorias en tres temporadas, y en 1961-62 obtuvo el máximo número de victorias para un lanzador en el circuito invernal al obtener 18 triunfos, también fue el líder en ponches durante tres temporadas y ganó dos premios al más valioso.

El 8 de diciembre de 1962 Miguel Sotelo se convirtió en el primer lanzador Naranjero en lanzar un juego sin hit ni carrera al vencer 2-0 a los Mayos de Navojoa en el antiguo estadio “Fernando M. Ortiz”.

Señor del pitcheo

Sotelo en esos días era un portento del pitcheo mexicano, caracterizándose por un excelentísimo control; era un gran trabajador en la loma, buscando siempre lanzar las nueve entradas.

Tuvo una recta muy buena, controlado, sin ir más allá de las 90 millas por hora, incluyendo un gran slider y curva. Con eso era suficiente para ganar juegos.

El gran Ronnie Camacho, recuerda: Tenía un slider que le zumbaba al llegar al jom y su recta era muy pesada, casi si poder conectarla. Además, tuvo una virtud: no daba bases por bolas.

A Miguel había que sacarlo antes del tercer inning, si no, ahí lo tendrías todo el juego, como fue siempre su costumbre.

Aquellos días dominaba a Héctor Espino con sliders y a Bobby Prescott del Poza Rica, un poderoso bateador panameño, lo sacaba out fácilmente y siempre con hombres en las bases.

Los 24 triunfos

Su impresionante pitcheo también apantalló en el verano ya que en el 63 volvió a demostrar su grandeza con Puebla:

Con los Pericos trascendió con 24-8), 2.85 de PCL, (¡24 juegos completos!); 9 blanqueadas, 272 innings y 208 abanicados y por supuesto que con la poderosa combinación Ronnie & Moi Camacho, “El Dúo de la Destrucción”, Tony Castaño el timón y toda la capital poblana celebraron un gran banderín.

Fue la grandiosa temporada para Ronnie Camacho al conectar 39 jonrones para imponer nueva marca de la Liga Mexicana, la que al año siguiente la pulverizo Héctor Espino con 46

En ese gran equipo también estuvieron Jorge Fitch, José “Zacatillo” Guerrero, Rodolfo “Rudy” Sandoval, Oscar Rodríguez, Eladio Urías, Pedro Cardenal, Angel “Cuco” Toledo, Alejandro “Cañitas” Moreno, Juan Suby, Dan Bankhead, Alfredo Mariscal, Julio “Jiqui” Moreno, Mauro Ruiz, Héctor Holguín, entre oros.

Habían pasado 38 años para que Puebla ganara un título luego de que en el 60 la franquicia llegó procedente de Nuevo Laredo.

En las siguientes dos campañas Sotelo logró 17-12 con 148K y 16-9 y 99 ponches. Esas tres temporadas fue lo mejor que hizo con Puebla. Luego de un 5-11 lanzó en el 67 con Reynosa donde tuvo 13-14 y 99K para decirle adiós al pitcheo activo en esa pelota veraniega.

Cuando Sotelo lanzaba, Ronnie…

Ronnie de nuevo hace viajar su memoria y nos dijo:

Una cosa muy curiosa nos pasaba: Cuando él lanzaba, ¡yo bateaba jonrón!

Enrique Montero Ponce director del periódico La Voz de Puebla, escribía: Hoy Ronnie dará jonrón; va a lanzar Sotelo”.

Eso se nos daba; fue algo por demás especial y veíamos cómo la gente acudía ese día al parque y… siempre salíamos todos con los brazos en alto, añadió el gran empalmense..

Finalmente, Ronnie Camacho, sensible y con emoción, expresó: Miguel, debo expresarte ahora que siempre te recordaré; te ganaste el corazón de Moi, Fitch, Sandoval, Zacatillo, quienes estábamos detrás de ti cuando lanzabas. Eras  disciplina pura, honesto y un excelente padre de familia....

Ganaste muchos juegos para nosotros y yo pienso que allá en Puebla, la gente que te vio  jugar te recordará como un “Perico” que voló muy alto, que nos enseñó a todos una férrea disciplina, una responsabilidad inigualable en el trabajo y una vida social a prueba de todo.....

Gracias Miguel, por darnos tantas satisfacciones...

  Que Dios te tenga en su Santa Gloria....

Su despedida como pitcher

En el invierno (66-67) lanzó en lo que fue su octava y última temporada con los Naranjeros, logrando 5-9 y efectividad de 2.31.

Al siguiente año se fue a los Tomateros y ahí se retiró como lanzador activo culminando así una brillantísima trayectoria, de las mejores en la pelota mexicana.

Con los Guindas, en la campaña de 1967 que se jugó con sólo peloteros mexicanos,  logró sus últimas tres victorias.

Alfonso Araujo, historiador non del beisbol, nos dice: El triunfo 93 (en nueve temporadas) y último fue en Culiacán el lunes 23 de Octubre de 1967, lanzando toda la ruta contra los Yaquis de Obregón, ganando con marcador de 4-2, venciendo al zurdo Enrique Icedo con relevos de Carlos Sánchez y Gilberto Castro.

Con Hermosillo acumuló 90-60, abanicó a 792 y terminó con una efectividad de 2.57, la décima mejor en la historia del circuito.

Sus números de por vida fueron: en el invierno, 130 ganados y 88 perdidos y 133-115 en la Liga Mexicana.

También fue mánager

Continuó como manejador de los equipos de Ciudad Obregón, Guaymas, Hermosillo, Reynosa, al cual hizo campeón en 1969; Tampico, Puebla, Monterrey, durante cuatro años, y finalmente Monclova.

Inolvidable fue aquel 69 cuando por vez primera le dieron el mando de un equipo, Reynosa, y los llevó a conquistar el banderín.

Con Yaquis… y Dave Winfield

El Ing. Rodolfo Larios Velarde recuerda cuando Sotelo dirigió a los Yaquis  en la temporada 1973-74:

“Fue el año del debut de Dave Winfield, pero Miguel fue sustituido a media temporada por Marte de Alejandro y existe la versión que la causa de su despido fue por diferencias con la legión negra, que alineaba esa temporada con el equipo local, como Derrel Thomas, Matt Alexander y John Scott, que a la postre resultaron subcampeones cuando perdieron la serie final en cuatro juegos contra Venados de Mazatlán y representaron a México en la Serie del Caribe, en sustitución de Venezuela”.

En el 86 tuvo la oportunidad de conseguir otro galardón con Monterrey, pero perdió la gran final ante los Angeles Negros de Puebla.

Luego fue gerente de varios equipos, entre ellos el de Hermosillo.

Ganador nato

Miguel Sotelo hoy es recordado como uno de los mejores lanzadores en la historia del beisbol mexicano.

Fue un ganador nato que en su carrera en el verano y el invierno cosechó marca de 226-179 (93-64 en invierno y 133- 115 en verano).

Con los Naranjeros registró 90-64 en siete temporadas desde el 58-59 cuando debutó hasta el 66-67, aunque la segunda campaña (59-60) no jugó en la pelota frígida.

Su físico de más de 1.90 metros de estatura imponía; dueño de una recta poderosa, pero a la vez de un buen cambio y un gran control, además con mucha inteligencia para enfrentar a los bateadores.

Eradio Burruel lo recuerda:

Eradio Burruel, ex jugador de los Naranjeros y compañero de Sotelo, lo recuerda como una garantía en la loma.

“Él era un ejemplo de la consistencia si no le hacían carreras en el segundo o tercer inning era difícil que perdiera un juego, sólo necesitábamos anotar una o dos carreras para ganar”, dijo el ex jardinero.

“Lanzaba de manera muy inteligente y te podía tirar sin problemas el juego completo como todos los pitchers de tiempo atrás, ya fuera en la Liga de la Costa o en la Mexicana del Pacífico”, señaló.

“Era todo un caballero, un hombre correcto y preparado, ya que él dejó la carrera de odontología para dedicarse al beisbol”, señaló.

Otro jugador de aquella generación, Jesús “Chuy” Bustamante, quien fuera compañero de él en el verano con el Puebla, guarda en su memoria las ocasiones en que le tocó enfrentarse al sinaloense en el invierno, pero sobre todo recuerda un juego en especial.

“Él me quitó la racha de 23 juegos pegando de hit (12 de enjero de 1962); lo recuerdo bien, aunque curiosamente ese día le conecté sólido pero a las manos, incluso el ‘Avestruz’ Rodríguez me robó un cuadrangular”.

“Tenía mucha velocidad y un gran cambio, que sabía cuándo tirarlo, a su debido tiempo, te sacaba de ritmo, cuando estabas esperando un lanzamiento rápido”, resaltó.

Igualmente, Marco Antonio Manzo, quien cubriera la segunda base de los Naranjeros por muchos años, incluso, junto con Burruel, estuvo en la alineación naranjera en el partido sin hit ni carrera de Sotelo.

“Fue un gran hombre, algo que recuerdo mucho de él en el terreno es que jamás ser enojaba cuando le hacías un error (risas) simplemente decía que era parte del juego y luego comentaba ‘al rato me sacas del hoyo con un batazo.

Detrás del plato Víctor Saiz, ampayer del beisbol mexicano de 1965 al 2003, reconoció su velocidad en sus pitcheadas y su gentileza en el trato dentro del terreno.

“En aquel entonces no se usaba la pistola de radar, pero su recta debió de andar por las 90 millas, tenía buen control y te aguantaba fácilmente las nueve entradas, además de que era un jugador tratable, nunca fue grosero en una marcación cuando me tocó estar cantándole bolas y strikes”.

Lamentablemente, el 6 de julio del año 2011 falleció en la Ciudad de Chihuahua. Ese año estaba como buscador de talentos y era instructor de pitcheo con los Dorados de Chihuahua. El cáncer en los huesos fue minando su vida, hasta que finalmente a sus 74 años de edad se fue al viaje eterno.

Conceptuado de lo Mejor

En vida, Sotelo fue reconocido y homenajeado por su notable trayectoria: En 1985 fue entronizado en el Salón de la Fama del Béisbol Profesional de México con sede en Monterrey.

Por toda esta notable trayectoria, con 38 temporadas en distintos circuitos,  todos coinciden en que Sotelo forma parte importante en la historia de los 50 años  Liga Mexicana del Pacífico.

Miguel Sotelo, trascendió en la década de los años 60´s como un gran estelar de los Naranjeros de Hermosillo y los Pericos de Puebla.

Para muestra, un gran botón: con los Naranjeros está ubicado en el Equipo del Siglo 20 como el mejor pitcher derecho.

Está al lado de Bob Darwin y Claudio Solano como jardineros del prado izquierdo; Héctor Espino, primera; Roy Johnson y Joe Brovia, en el derecho, Marcelo Juárez, central; Mario Mendoza y José Luis Sandoval, short; Leo Rodríguez y Celerino Sánchez en tercera; Miguel Flores junto a Elliot “Bump” Wills, en segunda; Sergio Robles, y Earl “Búfalo” Averill  y Miguel “Pilo” Gaspar, receptores. En esta lista de oro debo citar a Maximino León y a los zurdos Ángel Moreno y Alfredo Ortiz.

En el relevo, sin duda, Dennis O´Toole; como bateador designado, Jerry Hairston, y de mánager: Benjamín “Cananea” Reyes, ayudado por Virgilio Arteaga y Tim Johnson/Derek Bryant.

 

domingo, 20 de junio de 2021

 


Gregorio “Chato” Figueroa

 

·       Autor: José Héctor Figueroa Paredes. Ingeniero de profesión, hijo mayor de cinco hermanos quien escribió el libro, Recordando a Gregorio “Chato” Figueroa, motivo de su 25 aniversario luctuoso 1993-2018.

 

Al terminar su carrera como beisbolista amateur con su participación como seleccionado nacional representando a México en los primeros Juegos Panamericanos realizados en Buenos Aires, Argentina en Febrero de 1951, Gregorio Figueroa decidió volverse profesional y ese mismo año jugó con el equipo de Tuxpan en la Liga de Nayarit y con Mexicali en la Southwest International League, en ambas ligas de esa temporada jugó poco pues aún se estaba recuperando de la operación de apéndice a la que fue intervenido estando jugando en los Juegos Panamericanos y en los cuales México obtuvo la medalla de bronce.

 

En el invierno de 1952-53 jugó para los Yaquis de Cd Obregón logrando el honor de ser designado el “Novato del Año” ante destacada actuación en esa temporada en la Liga de la Costa del Pacifico.

 

En 1953 fue un año muy peculiar para Gregorio pues en el verano de ese año se presentó a jugar con Mexicali, equipo para el que ya había jugado una corta temporada en 1951, los Águilas estrenaban nuevo manager el conocido Art Lily a quien contrataron para el reinicio de la Liga Arizona-Texas. Gregorio se presentó ante Art buscando una posición en el equipo, debido a que el roster ya estaba completo y conociendo las habilidades y talentos que se le conocían a Gregorio, Art decidió buscarle una oportunidad en otro equipo de esa misma liga y habló con Diamond Cecil quien era el manager recién nombrado de El Paso, Tx, Art conocía bien esa organización de beisbol pues había sido su manager en las temporadas de 1951 y 1952, así que fue a Diamond a quien le pasó la estafeta y convenció de que recibiera a Gregorio para esa temporada como jugador de 1B y relevista corto.

 

Para Figueroa era una buena ocasión de demostrar sus aptitudes y Art lo sabía, pues a la edad de 25 años era momento propicio para iniciar una carrera en las ligas  menores o sucursal de algún equipo de las ligas mayores al que se puede aspirar a llegar haciendo un buen trabajo en las menores.

 

El manager Diamond Cecil también jugaba la 1B y era bateador zurdo, así que, en ese doble rol dejó muy pocas ocasiones a Gregorio de tomar la 1B que es a lo que aspiraba desde su llegada al equipo de los Diablos de El Paso, Tx y no tanto de relevista que también lo hacía bien. Se conoce que, por estrategia del propio juego,  cuando se presenta a pitchear un jugador de brazo derecho, hay que poner de preferencia en el line up bateadores zurdos, se asume que también de ahí se agarró el manager para limitar a Gregorio el juego en la 1B pues era bateador diestro, hay que recordar que en esas épocas eran pocos los pitchers zurdos y por tanto coincidió con las pocas veces que pudo aspirar Gregorio a estar en el line up como 1B.

 

Aceptando ésta como una buena razón para no entusiasmarse mucho en hacer carrera profesional con un equipo americano de ligas menores, hubo otra razón más poderosa para no buscar su destino en el beisbol hacia las grandes ligas, en conversación con su amigo Rafael “El Yito” Ballesteros, con quien inició a jugar este deporte desde temprana edad, El Chato le confesó que le chocó mucho el asunto del “racismo” que se veía en los diferentes lugares por donde jugaban en la unión americana y en particular en el estado de Texas, encontrarse letreros en las puertas de los baños públicos en restaurantes y hoteles con leyendas que decían “Solo para Blancos” era impactante o en la puerta de ciertos restaurantes con cartelones que decían “no se admiten negros ni perros” era algo muy impresionante pues aunque no hacían alusión a los latinos, igual se entendía que estaban incluidos.

 

El racismo ha existido siempre en el beisbol de ligas menores y grandes ligas, muchos de los jugadores latinos que participaron en las ligas de la Arizona-Texas y Arizona-México muy bien pudieron haberse ganado un lugar en algún equipo de ligas menores o sucursal de equipos de grandes ligas, pues el desempeño de muchos peloteros latinos que jugaron incluso con equipos campeones de esas ligas, no recibieron la oportunidad de probar suerte en algún equipo representativo de grandes ligas por esta situación y es que aún estaba muy reciente cuando Jackie Robinson retara al racismo de Estados Unidos al ponerse el uniforme de los Dodgers de Brooklyn durante la segregación racial de este país y se convirtió en el primer jugador negro en Grandes Ligas el 15 de abril de 1947.

 

Así que una aspiración legítima de Figueroa de llegar a las grandes ligas, de alguna manera se vio frustrada por estas dos razones que tal vez para muchos beisbolistas de su época podrían no ser suficientes para dejar de aspirar a ser Big Leaguer, para El Chato si lo fueron, así que decidió no terminar esa temporada de 1953 jugando con el equipo de El Paso y regresó anticipadamente a su natal Cananea para buscar suerte en otras oportunidades que el beisbol de la época le podría ofrecer y la encontró en el verano de 1954 cuando los Mineros de Cananea fueron invitados a formar parte de la liga Arizona-Texas en lo que fuera la última temporada de esa liga. Gregorio se ganó la posición de 1B en esa temporada en la que Cananea quedóen tercer lugar siendo los Phoenix Stars los campeones en esa ocasión.

 

A partir del año 1955 inicia la temporada de la Arizona-México considerada de nivel de ligas menores Clase C en la cual Cananea participa con su manager el experimentado Guillermo “El Memo” Garibay y quedan campeones ese año repitiendo la hazaña el siguiente año en 1956, siendo el único equipo que lo logró durante esa liga.

 

En la temporada de 1957 Cananea queda subcampeón detrás de los Phoenix Stars y en el último año de liga en 1958 el equipo de Cananea se traslada a Nogales y queda en tercer lugar, siendo campeón el equipo de los Douglas Copper Kings. Gregorio jugó durante todos los años de esa liga, con un promedio de bateo de 0.330 teniendo sus mejores años en 1957 y 1958 que promedió 0.335 y 0.337 respectivamente. En las temporadas invernales de la Liga de la Costa del Pacifico de 1956-57 y 1957-58, Gregorio formó parte del roster de los Venados de Mazatlán que también estuvo liderado por Memo Garibay y que en esa última temporada quedaron campeones.

 

Además de ser buen bat, a Figueroa se le distinguió por su defensiva inigualable, sus características físicas de 1.90 mts de estatura, complexión delgada y espigado, le permitía abrir el compás de sus piernas hasta llegar al piso para “mascotear” el tiro con su manopla y levantar las pelotas de aire o de pick up, mostraba una habilidad inusitada con el guante y un dominio absoluto de la posición en 1B que lo hacía lucir enormemente y no faltaba quien le gritara del público: “Chato pásanos la manopla para agarrar la bola como tu …. y Gregorio les contesta … no es el guante, es la mano, ni modo que me la moche (corte)….”, hacía una excelente mancuerna con el infield a quienes les decía: “ustedes preocúpense de agarrar la bola que les llegue y tiren como sea a 1B que yo resuelvo”. Quienes lo vieron jugar y también quienes jugaron con él, coinciden sin exagerar, que no han visto otro 1B jugar esta posición como lo hizo Gregorio “El Chato” Figueroa.



sábado, 12 de junio de 2021

 

Al Bat

 

El perfil de Tatis Jr.

 

Por Jesús Albert Rubio

 

1.- Ayer hablé de los Juniors Vlad Guerrero y Ronald Acuña; hoy encontré tema de otro gran vástago: Fernando Tatis.

 

También Junior.

 

¡Clase de muchachos!

 

El colega Héctor García en su sitio Momento Deportivo aborda sobre el desarrollo que lleva el gran campo coto de los Padres de San Diego.

 

Así lo anota:

 

“Tiene apenas 22 años. Ha disputado solamente 189 partidos a nivel de Grandes Ligas.

 

Pero quizás Fernando Tatis Jr. ya sea el mejor campocorto en la historia de los Padres.

 

No, no estamos hablando de las cosas que Tatis podría lograr en un futuro.

 

Pocos argumentarían que el dominicano tendrá esa distinción en algún momento, tomando en cuenta las cualidades que ha demostrado en el terreno de juego: Un poder del otro mundo, un corrido electrizante en las bases y una habilidad atlética asombroso.

 

La pregunta es, ¿basado en lo que ha hecho Tatis hasta ahora, si nunca disputara un juego más por San Diego, sería recordado como el mejor torpedero en la historia de la franquicia?

 

¿El artículo completo?

 

Aquí: https://momentodeportivord.com/es-tatis-jr-ya-el-mejor-ss-de-los-padres/

 

2.- El Salón de la Fama del Béisbol anunció que su ceremonia de exaltación del 2021 –8 de septiembre-- tendrá una audiencia limitada, permitiéndoles a los aficionados a viajar hacia Cooperstown, Nueva York para celebrar a los mejores de la historia en un evento al aire libre.

 

La ceremonia del 2021 rendirá homenaje a los miembros del grupo del 2020: Derek Jeter, Marvin Miller, Ted Simmons y Larry Walker.

 

Recuerde: no hubo elegidos en este 2021.

 

Lo que pudo haber sido… y no fue

 

3.- Anoche vi el juego Astros-Twins donde José Urquidy pudo haber ganado el juego, pero su relevo en la octava recibió jonrón para el empate a 4 y con ello ya no tuvo decisión.

 

Un episodio antes lo había cerrado con sonante ponche, pero su mánager y al estilo actual del beisbol siguió “la regla” de sustituirlo por un relevo y con su decisión pagó la consecuencia.

Lo bueno fue que en la novena Altuve dio jonrón para ganar 6-4 y con eso olvídese de todo lo demás.

 

Y fíjese qué cosa:

 

Urquidy (4-3) en las primeras tres entradas aceptó jonrones de Nelson Cruz (12), Miguel Sanó (13) y Josh Donaldson (10/dio dos); sin embargo, para cuando lo dejaron sentado en la caseta con el score 4-3 a su favor, había abanicado a ocho y recibido sólo cuatro hits y una base.

 

Le diré algo: observo que Urquidy tiene un magnífico control en sus pitcheos y viendo sus registros constato que lleve 23 en tres años (7, 8 y 11, hasta anoche).

 

4.- Ayer, también hubo cosas muy buenas que contara casa: Alex Verdugo pegó un tablazo que pegó en la barda jardín izquierdo para remolcar la carrera del triunfo al cierre del noveno ante los Bue Jays; dio de 4-3 y ahora promedia .294 con ocho jonrones y 27 producidas.

 

En ese choque Vlad Guerrero Jr., llegó a 19 jonrones para continuar de líder en ese departamento (igual en CP con 50) tanto en el nuevo circuito como en la Gran Carpa.

 

5.- En Phoenix, Shohei Ohtani ponchó a ocho en cinco entradas y al bat conectó dos dobles. Anaheim ganó finalmente en diez entradas y el triunfo fue para el cubano Raisel Iglesias (4-2).

 

6.- Y mire a estos Dodgers: aplastaron 12-1 a los Rangers con pitcheo de Clayton Kershaw y cinco jonrones, incluyendo el décimo de Albert Pujols (pegó de 4-2), el cual significó el 672 de por vida en el Big Show.

 

Kershaw (8-5): 9 K y 3 H y 0 B en 6 entradas; además, fue uno de los seis Dodgers que batearon dos hits, y su sencillo remolcador en el tercero amplió en ese instante la ventaja del equipo a 8-0. Dígame.

 

Los otros obuses azules fueron de Max Muncy (14), Justin Turner (12), Will Smith (6) y Gavin Lux (6).

 

7.- No pierda de vista a Aaron Civale: ayer el Indio de Cleveland llegó a 9-2 y se convirtió en el primer pitcher de la Liga Americana con esa cifra, lo cual nos dice que junto con Julio Urías hoy por hoy son amos y señores como máximos ganadores de la Gran Cara.

 

8.- Lo que se esperaba: Benjamín Gil es ya el nuevo manager del conjunto nacional que nos representará en los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Tokio del 26 de julio al 8 de agosto de 2021. Por si le interesa el tema, en HiperBeisbol y mis Twitter y FB, la nota completa.

 

9.- ¿Y quién lanza juegos completos y logra lechadas en MLB en estos tiempos? (Uff!):

 

Todavía los hay, mire:

 

https://momentodeportivord.com/desclafani-lanza-juego-completo-s-f-gana/

 

10.- LMB: Japhet Amador dio su sexto jonrón del año y ya tiene 201 jonrones en la pelota veraniega; recibió homenaje de la directiva Lucifer; También Emmanuel Ávila estuvo en plan grande con los Diablos Rojos que apabullaron 18-2 a los Tigres para seguir líderes en la Zona Sur (12-5); el juego lo ganó Arturo López (3-1).

 

Juan Antonio Jasso Rodríguez:

 

JARS, buenos días. Me uno al sentimiento de tristeza sobre nuestro amigo Manuel Alegría. Un icono más junto a Manuel Torres que se nos adelantó en el camino.

 

También te comento que me pesó la derrota de hace dos días de los Yankees y más la forma en el 9no. inning. A veces tu as del relevo no viene en su mejor forma y debes tener la agudeza para cambiarlo de inmediato. Pero, por más que Aroldis Chapman, me dejó un amargo sabor la manera en que maneja Boone. Buen día amigo.

 

Pienso lo mismo, ingeniero.

 

Y sí: desde que se enfrentó al primer enemigo, por Dios, vi que no traía nada en la bola y ya vimos lo que sucedió minutos más tarde.

 

Así las cosas.