domingo, 20 de junio de 2021

 


Gregorio “Chato” Figueroa

 

·       Autor: José Héctor Figueroa Paredes. Ingeniero de profesión, hijo mayor de cinco hermanos quien escribió el libro, Recordando a Gregorio “Chato” Figueroa, motivo de su 25 aniversario luctuoso 1993-2018.

 

Al terminar su carrera como beisbolista amateur con su participación como seleccionado nacional representando a México en los primeros Juegos Panamericanos realizados en Buenos Aires, Argentina en Febrero de 1951, Gregorio Figueroa decidió volverse profesional y ese mismo año jugó con el equipo de Tuxpan en la Liga de Nayarit y con Mexicali en la Southwest International League, en ambas ligas de esa temporada jugó poco pues aún se estaba recuperando de la operación de apéndice a la que fue intervenido estando jugando en los Juegos Panamericanos y en los cuales México obtuvo la medalla de bronce.

 

En el invierno de 1952-53 jugó para los Yaquis de Cd Obregón logrando el honor de ser designado el “Novato del Año” ante destacada actuación en esa temporada en la Liga de la Costa del Pacifico.

 

En 1953 fue un año muy peculiar para Gregorio pues en el verano de ese año se presentó a jugar con Mexicali, equipo para el que ya había jugado una corta temporada en 1951, los Águilas estrenaban nuevo manager el conocido Art Lily a quien contrataron para el reinicio de la Liga Arizona-Texas. Gregorio se presentó ante Art buscando una posición en el equipo, debido a que el roster ya estaba completo y conociendo las habilidades y talentos que se le conocían a Gregorio, Art decidió buscarle una oportunidad en otro equipo de esa misma liga y habló con Diamond Cecil quien era el manager recién nombrado de El Paso, Tx, Art conocía bien esa organización de beisbol pues había sido su manager en las temporadas de 1951 y 1952, así que fue a Diamond a quien le pasó la estafeta y convenció de que recibiera a Gregorio para esa temporada como jugador de 1B y relevista corto.

 

Para Figueroa era una buena ocasión de demostrar sus aptitudes y Art lo sabía, pues a la edad de 25 años era momento propicio para iniciar una carrera en las ligas  menores o sucursal de algún equipo de las ligas mayores al que se puede aspirar a llegar haciendo un buen trabajo en las menores.

 

El manager Diamond Cecil también jugaba la 1B y era bateador zurdo, así que, en ese doble rol dejó muy pocas ocasiones a Gregorio de tomar la 1B que es a lo que aspiraba desde su llegada al equipo de los Diablos de El Paso, Tx y no tanto de relevista que también lo hacía bien. Se conoce que, por estrategia del propio juego,  cuando se presenta a pitchear un jugador de brazo derecho, hay que poner de preferencia en el line up bateadores zurdos, se asume que también de ahí se agarró el manager para limitar a Gregorio el juego en la 1B pues era bateador diestro, hay que recordar que en esas épocas eran pocos los pitchers zurdos y por tanto coincidió con las pocas veces que pudo aspirar Gregorio a estar en el line up como 1B.

 

Aceptando ésta como una buena razón para no entusiasmarse mucho en hacer carrera profesional con un equipo americano de ligas menores, hubo otra razón más poderosa para no buscar su destino en el beisbol hacia las grandes ligas, en conversación con su amigo Rafael “El Yito” Ballesteros, con quien inició a jugar este deporte desde temprana edad, El Chato le confesó que le chocó mucho el asunto del “racismo” que se veía en los diferentes lugares por donde jugaban en la unión americana y en particular en el estado de Texas, encontrarse letreros en las puertas de los baños públicos en restaurantes y hoteles con leyendas que decían “Solo para Blancos” era impactante o en la puerta de ciertos restaurantes con cartelones que decían “no se admiten negros ni perros” era algo muy impresionante pues aunque no hacían alusión a los latinos, igual se entendía que estaban incluidos.

 

El racismo ha existido siempre en el beisbol de ligas menores y grandes ligas, muchos de los jugadores latinos que participaron en las ligas de la Arizona-Texas y Arizona-México muy bien pudieron haberse ganado un lugar en algún equipo de ligas menores o sucursal de equipos de grandes ligas, pues el desempeño de muchos peloteros latinos que jugaron incluso con equipos campeones de esas ligas, no recibieron la oportunidad de probar suerte en algún equipo representativo de grandes ligas por esta situación y es que aún estaba muy reciente cuando Jackie Robinson retara al racismo de Estados Unidos al ponerse el uniforme de los Dodgers de Brooklyn durante la segregación racial de este país y se convirtió en el primer jugador negro en Grandes Ligas el 15 de abril de 1947.

 

Así que una aspiración legítima de Figueroa de llegar a las grandes ligas, de alguna manera se vio frustrada por estas dos razones que tal vez para muchos beisbolistas de su época podrían no ser suficientes para dejar de aspirar a ser Big Leaguer, para El Chato si lo fueron, así que decidió no terminar esa temporada de 1953 jugando con el equipo de El Paso y regresó anticipadamente a su natal Cananea para buscar suerte en otras oportunidades que el beisbol de la época le podría ofrecer y la encontró en el verano de 1954 cuando los Mineros de Cananea fueron invitados a formar parte de la liga Arizona-Texas en lo que fuera la última temporada de esa liga. Gregorio se ganó la posición de 1B en esa temporada en la que Cananea quedóen tercer lugar siendo los Phoenix Stars los campeones en esa ocasión.

 

A partir del año 1955 inicia la temporada de la Arizona-México considerada de nivel de ligas menores Clase C en la cual Cananea participa con su manager el experimentado Guillermo “El Memo” Garibay y quedan campeones ese año repitiendo la hazaña el siguiente año en 1956, siendo el único equipo que lo logró durante esa liga.

 

En la temporada de 1957 Cananea queda subcampeón detrás de los Phoenix Stars y en el último año de liga en 1958 el equipo de Cananea se traslada a Nogales y queda en tercer lugar, siendo campeón el equipo de los Douglas Copper Kings. Gregorio jugó durante todos los años de esa liga, con un promedio de bateo de 0.330 teniendo sus mejores años en 1957 y 1958 que promedió 0.335 y 0.337 respectivamente. En las temporadas invernales de la Liga de la Costa del Pacifico de 1956-57 y 1957-58, Gregorio formó parte del roster de los Venados de Mazatlán que también estuvo liderado por Memo Garibay y que en esa última temporada quedaron campeones.

 

Además de ser buen bat, a Figueroa se le distinguió por su defensiva inigualable, sus características físicas de 1.90 mts de estatura, complexión delgada y espigado, le permitía abrir el compás de sus piernas hasta llegar al piso para “mascotear” el tiro con su manopla y levantar las pelotas de aire o de pick up, mostraba una habilidad inusitada con el guante y un dominio absoluto de la posición en 1B que lo hacía lucir enormemente y no faltaba quien le gritara del público: “Chato pásanos la manopla para agarrar la bola como tu …. y Gregorio les contesta … no es el guante, es la mano, ni modo que me la moche (corte)….”, hacía una excelente mancuerna con el infield a quienes les decía: “ustedes preocúpense de agarrar la bola que les llegue y tiren como sea a 1B que yo resuelvo”. Quienes lo vieron jugar y también quienes jugaron con él, coinciden sin exagerar, que no han visto otro 1B jugar esta posición como lo hizo Gregorio “El Chato” Figueroa.



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