ESTRELLAS DEL BÉISBOL
Por Héctor Barrios
Fernández.
II)
…en la primera parte
nos quedamos en que…
Flood decidió que no
reportaría al campo de entrenamiento de los Filis. En lugar de eso, el 24 de
diciembre de 1969, escribió una carta a Bowie Kuhn, comisionado del béisbol.
Estimado Señor Kuhn:
Después de 12 años en las Ligas Mayores, no siento que yo sea una propiedad para ser comprada y vendida sin
importar mis deseos. Creo que cualquier sistema que arroje ese resultado viola
mis derechos básicos como ciudadano y es contradictorio a las leyes de los
Estados Unidos y de algunos estados. Es mi deseo jugar béisbol en 1970 y estoy
en capacidad de jugar. Recibí un contrato del club de Filadelfia, pero creo que
tengo el derecho de considerar ofertas de otros clubes antes de hacer
decisiones. Por lo tanto solicito que Usted haga del conocimiento de todos los
clubes de ligas mayores mis sentimientos en esta materia y les notifique de mi
disponibilidad para la temporada de 1970.
Sinceramente.
Curt
Flood.
Kuhn dijo no entender
lo que Flood estaba queriendo obtener: “Ciertamente estoy de acuerdo contigo
que tú, como ser humano, no eres una propiedad para ser comprada o vendida. Eso
es fundamental en nuestra sociedad y creo que es obvio.” Pero Kuhn no vio o no
supo cómo atender la presente situación de Flood. La cláusula de reserva no
podía ser derogada.
Si Flood no acordaba
jugar con Filadelfia, él no podría jugar con nadie.
Flood prometió llevar
su caso a la Suprema Corte si fuera necesario y Marvin Miller y la Asociación
de Jugadores acordaron respaldarlo. Arthur Goldberg, ex miembro de la Suprema
Corte de Justicia de los Estados Unidos, serviría como consejero de Flood.
Charles Feeney y Joe
Cronin, presidentes de las ligas Nacional y Americana, emitieron una
declaración conjunta, advirtiendo de la “situación caótica” que seguiría si la
cláusula de reserva fuera hecha a un lado, “el béisbol profesional simplemente
dejaría de existir.” Declararon.
La lucha entre los
jugadores y los dueños parecía estar llegando a su climax.
Tomado del documental
“béisbol” de Ken Burns.
Recuerdo haber leído
que Sócrates que se cree nació en 470 y murió en 399 antes de Cristo o antes de
nuestra era dijo más o menos que: “Los jóvenes de hoy en día son mal educados,
no respetan a sus padres, a sus maestros, desprecian a la autoridad…”
Han pasado más de 2 000
años desde entonces y con frecuencia se expresan ese tipo de opiniones. Aunque
por fortuna hay muchos jóvenes que hacemos lo contrario a esta respetable
opinión.
Entonces la libertad es
positiva pero no el libertinaje.
Los sindicatos o
asociaciones son buenos para el trabajador cuando vela por sus derechos y
combate las injusticias, pero son malos para la sociedad entera cuando solapan
las faltas cometidas por el trabajador o se venden al mejor postor como botín
político.
Si el caso de Curt
Flood sirvió para lograr una mejoría en muchos sentidos para el pelotero profesional
de ligas mayores, no se debe de dejar pasar la oportunidad para que el caso de
Luis Ignacio Ayala sirva de ejemplo para mejorar sustancialmente la situación
del pelotero mexicano en México. A la vez de lograr un acuerdo justo y
equitativo entre jugadores y empresarios.
Los peloteros merecen
mejores condiciones laborales y los empresarios merecen tener ganancias en su
inversión.
El espectáculo del
béisbol de Ligas Mayores no desapareció con el caso de Curt Flood, ni con las
huelgas o movimientos que ha habido, por el contrario se ha solidificado y hoy
está más fuerte en muchos sentidos que nunca.
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