ESTRELLAS DEL BÉISBOL
POR LOS RUMBOS DE
COOPERSTOWN Y MÉXICO
3ra PARTE
Por Héctor Barrios
Fernández.
Puesto que las Ligas Negras tuvieron pocos recursos económicos, a menudo los equipos estaban
formados por solamente 14 a 18 jugadores. El jugador más valioso del equipo era
aquel que regularmente jugaba varias posiciones adecuadamente. Martín Dihigo
podía lanzar y jugar todas las posiciones del infield y también los jardines,
todo a un nivel de primera clase.
Nacido en Matanzas, Cuba,
Martín nació en 1905 y murió en 1971. Comenzó su carrera profesional en 1923 en
la Liga Invernal Cubana a los 17 años de edad y era poseedor de un poderoso
brazo pero con débil habilidad bateadora.
Hay una leyenda que dice
que compitió y ganó una competencia de tiros de pelota contra un jugador de Jai Alai a quien le fue permitido usar su cesta de lanzar.
Es comparado muy
favorablemente con Roberto Clemente por quienes tuvieron la fortuna de verlos
jugar a cada uno en su tiempo.
Como muchos afroamericanos que jugaron en las Ligas Negras, (hubo varias) Martín cruzó y recruzó las 90 millas de agua que hay entre los dos países, para desarrollar su profesión.
Como muchos afroamericanos que jugaron en las Ligas Negras, (hubo varias) Martín cruzó y recruzó las 90 millas de agua que hay entre los dos países, para desarrollar su profesión.
También jugó en Puerto
Rico, México y Venezuela. Por la época en que él vino a los Estados Unidos en
1926 a 1936, hizo sólo viajes ocasionales a la loma de lanzar, teniendo algún
éxito.
Dihigo lanzó más seguido
cuando él jugó en países latinoamericanos.
Sus estadísticas incluyen
un record de 18-2 y 0.90 en carreras limpias admitidas en 1938 con el Águila de
Veracruz, aunque la enciclopedia de Pedro Treto registra que fue 0.92, que
desde mi punto de vista y en opinión muy personal y para tal efecto, no le
quita ningún mérito a Don Martín, y 22-7 y 2.53 en 1942 ya como miembro del
equipo de Torreón en donde hizo batería con Don Laureano Camacho quien era
receptor.
Lanzó el primer juego sin
hit en la historia de la Liga Mexicana. Acorde a los records encontrados hasta
hoy por los historiadores, probablemente ganó 256 juegos y perdió 136.
Al menos en 11 temporadas
en Liga Mexicana, la citada enciclopedia nos da cuenta de 119 ganados por 57
perdidos.
En la Liga Negra en donde
reitero, lanzó poco, tiene un record de 27-21 en cincuenta juegos, completó 32,
lanzó 309 innings, aceptó 235 hits, otorgó 61 bases por bolas y ponchó a 126, y
eso que no era su fuerte.
Desde sus primeros
problemas a la hora de batear, Martín trabajó y desarrolló gran habilidad
bateadora a la edad de 20 años. Se convirtió en excelente bateador.
Bateó sobre los .400 en
tres ocasiones y fue líder de bateo en dos diferentes ligas, incluso conectó en
Pittsburgh un cuadrangular de más de 500 pies en 1936. Con un peso corporal de
210 libras, Dihigo lideró su liga en al menos en un par de ocasiones, en 1926 y
1935, al menos en México no fue, porque llegó a nuestro país en 1937. Con mucha
frecuencia hacía uso de su poderoso brazo para enfriar a los corredores que se
atrevían a desafiarlo e intentar llegar a home.
Dejó un promedio de bateo
de .316 en su paso por las Ligas Negras. En ocasiones dejaba su posición en el
outfield para venir a lanzar en relevo, especialmente cuando él estaba
manejando al equipo. Dihigo fue manager de los New York Cubans, además manejó
en México y en Cuba hasta 1950. En algunas ocasiones se dio el lujo de jugar
las nueve posiciones en un juego.
Después de su retiro,
Dihigo fue cronista de radio y ministro de deportes en Cuba. Murió en 1971 y es
uno de los latinoamericanos más admirados dentro del béisbol. Martín es el
único jugador en pertenecer al Salón de la Fama en Cuba, México y Cooperstown,
en donde fue introducido en 1977. Brillante carrera la de Martín Dihigo Llanos.
Basado en el libro de:
“Hall of Fame Players” “Cooperstown”.
Con datos de la
Enciclopedia del Béisbol Mexicano de Pedro Treto.
barriosbecerra@prodigy.net.mx
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