PEÑA BEISBOLERA
Juan Antonio
García Villa
Presencia de la afición en los estadios
Durante abril, el primer mes de la
temporada regular 2016 de la Liga Mexicana de Beisbol, LMB, debieron haberse
efectuado 200 juegos pero sólo fueron 199. Uno entre Saltillo y Reynosa
programado para el 30 de abril, se suspendió en esta fecha para celebrarse en
doble cartelera el día siguiente, es decir, ya en mayo.
A los 199 encuentros, de acuerdo a los registros
de la LMB, asistieron en total un millón nueve mil 375 aficionados. Por razón
que se desconoce, esta cifra no incluye la asistencia al Revolución de Torreón
al encuentro entre Toros de Tijuana y Vaqueros Laguna el 9 de abril. Con esta
omisión, el promedio de asistencia por juego durante abril en LMB fue de 5,072
personas.
En el mes las seis plazas que registraron
la mayor presencia de aficionados fueron como sigue: Monterrey 170,883; Yucatán
113,721; Tijuana 93,380; Monclova 90,338; Saltillo 76,584 y Laguna 63,556. El
último lugar fue Campeche con 25,128 y el penúltimo la Ciudad de México con
29,214.
Desde hace ya varios años la afición
capitalina, que sin duda es grande, anda baja. Esta lamentable tendencia se ha
acentuado en la presente temporada y la inmediata anterior, aparentemente con
motivo del cambio de estadio –pues no hay otra explicación- del Foro Sol al
“Fray Nano”. Esto a pesar de la cercanía entre uno y otro. Algo debe hacerse en
la Ciudad de México para reactivar la afición beisbolera.
Para efectos comparativos, vale señalar
que en un solo juego Monterrey tuvo tanta asistencia como todo el mes la casa
de los Diablos Rojos. Fue el de la apertura de temporada en el llamado Palacio
Sultán, que registró 28,772 personas. Y en todo abril el “Fray Nano”, como ya
se dijo, 29,214.
En las 16 plazas, sin excepción, la mayor
afluencia de público se tuvo precisamente en el par de jornadas inaugurales de
temporada, los días 1 y 2 de abril. En el caso de Laguna fue de 8,721 personas.
Luego del ayuno beisbolero de más de seis meses es natural que así suceda cada año. Después del arranque
mucho depende de cómo vaya el equipo. Lo cual también resulta explicable. Pero
el verdadero aficionado ha de tener presente que nada estimula más a los
peloteros que su presencia en el estadio.
La mayor asistencia promedio por juego
durante abril también correspondió a Monterrey con 14,240 personas, y la más
baja al estadio “Eduardo Vasconcelos” de Oaxaca con 2,354. Sin duda enorme la diferencia
entre una y otra plaza. Y la menor asistencia a un juego también se registró en
Oaxaca y fue de 1,168 personas.
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