viernes, 27 de mayo de 2016

26: BECERRIL Y CESÁREO.




Por Cesáreo Suárez Naranjo.


Capítulo 26.

Estamos por ir - en nuestra narración - a la Liga de la Costa del Pacífico. Del invierno 1964/65, precisamente. Pero, antes, permítanme referirme a una versión que corrió, respecto a BECERRIL FERNÁNDEZ; y que proviene de la pluma de Tommy Morales.

Es la siguiente: "En cierta ocasión, cuando ya siendo un jugador maduro se volvió a comentar que posiblemente los Diablos Rojos lo enviarían a una organización americana, le dijo al gerente Arnulfo Rodríguez: “¿Para qué me quieres cambiar si sabes que soy feliz en México?”. Haya sido "como haya sido", si Becerril NO trató de lograrlo cuando estaba "entero" - en plenitud de sus facultades, e interesó a los Piratas de Pittsburgh y a los Rojos de Cincinnati - ¡menos ahora!

MIGUEL volvió, por tercera ocasión consecutiva, a los Ostioneros de Guaymas. En esa campaña, que inició el 26 de septiembre, y concluyó el 7 de febrero, los comandados por Guillermo Frayde volvieron a alzarse con el título, quedando los Cañeros de Los Mochis en segundo sitio Y, según la información que me envió el colega Jesús Alberto Rubio, la ayuda del muchacho de Las Choapas fue bastante, ya que bateó para .297 e impulsó 53 carreras, conectando 19 jonrones.


Para la temporada 1965 el panorama fue totalmente distinto, para los Diablos Rojos. Aunque siguió al mando Tomás Herrera, y los directivos conservaron a la mayoría del plantel anterior... ¡algo pasó! Uno se extraña, en verdad, cuando ve el cambio - tan diametral - que ocurrió en el desempeño del equipo, si los jugadores que salieron fueron, en realidad, muy pocos; y, además, estaban recibiendo "sangre" nueva proveniente - principalmente - de su sucursal en la Liga Central.

De los que más destacaron en la temporada anterior, y que ya no aparecía en la nómina, estaba "Petacas" Simpson, parte importante para que los Diablos se coronaran (con 19 dobletes, 14 jonrones y promedio de .306).

Tal parece que ese fue su ultima campaña en el B.O.

Otros que salieron lo fueron Willie Arano, Humberto Ayala y Andrés Rivera (otro hombre importante, a la ofensiva, con sus 19 cuadrangulares y 90 producidas). Ayala sólo apareció en 5 partidos, y fue enviado a la Liga del Sureste, donde ya andaba Wilfrido.

Y, por lo que hace al "Avestruz", comenzó con los Diablos, con los que apareció en 20 partidos. Pero fue enviado a los "Charros", para hacerle lugar al "Diablo" Montoya, quien regresaba al equipo después de haber estado con El Paso (Texas) la temporada anterior.

Y estos fueron los "recién" llegados: Arturo Álvarez, Esiquio Colis, Mario Félix, Rogelio Fernández, Raúl Gámez, Felipe Leal, Antonio Moreno, Luís Peralta, William Prout, Cosme Retamoza, Francisco Ríos, Heriberto Ruelas, Carlos Sandoval y "Bobby" Treviño.

Al arrancar la campaña, los Diablos tuvieron dos series consecutivas en casa. Del 26 al 29 recibieron a los Sultanes; y, del 30 de marzo al 1o. de Abril, a los Broncos. Veamos el line-up que presentó Tomás Herrera en la fecha inaugural:

David García, paradas cortas; Agustín Enríquez, segunda base; BECERRIL, como tercero en el orden y cubriendo el jardín izquierdo; William Berzunza, primera base; Andrés Rivera en el jardín central; Jorge Calvo en la pradera derecha; Humberto Ayala, receptor; Antonio Moreno, tercera base; y como lanzador el zurdo Aarón Flores.


Tanto los directivos de "pantalón largo" como el Sargento Herrera habían depositado toda su fe en estos jóvenes, de que darían el "estirón"; sobre todo en aquel pitcher, que mencionamos en nuestro anterior, como "teco, hasta las cachas".

Originario del Istmo de Tehuantepec, este zurdo había tenido - en 1964 - una campaña muy buena con el equipo sucursal en San Luis Potosí, en la Liga Central, con 15 apariciones, y entre los 10 juegos que inició completó 4 con 2 blanqueadas, y una magnífica marca de 7-3. Obviamente, fue promocionado al "equipo grande", donde mostró "hechuras", aun cuando solo vio acción en dos partidos, abriendo uno de ellos, sin tener números en su "casillero".

Todavía más, a su favor; en la campaña invernal de la Costa había militado con los Mayos de Navojoa, donde fue designado "Novato del Año", con números de 7-5, con 55 ponches y 4.11 en carreras limpias. Todos los expertos (me imagino que don Alfonso Araujo, entre ellos) le auguraban un gran futuro.

Así que los directivos estaban contentos, de que se volviera a enfundar en la "casaca roja". Pero el vicio terrible del alcohol (el mismo lo reconoce, con humildad y tristeza) hizo que este "paisano-lå" tirara por la borda todo ese hermoso panorama que se la presentaba.

Me platicó un día, mientras andaba umpireando en el campeonato local: "Tomás me tenía toda la confianza; pero como muchas veces llegaba tomado, me regañaba. Eso me molestaba, y discutía muy fuerte con él, y hasta lo retaba a pelear. Sí, yo era un TECO muy TERCO" termina, con una sonrisa de tristeza. (¡Y con el carácter fuerte que tenía "el Sargento", quien se había "fogueado" en la guerra de Corea!).



Total que, desafortunadamente, no duró mucho. Cuando lo dieron de baja había aparecido en 12 encuentros, con marca de 1-2 en ganados y perdidos, y un horrible promedio de 8.18 en carreras limpias. Y se vino a "refugiar" a la Liga del Sureste, con Yucatán y Puerto México. ¿Su nombre? GERÓNIMO AMBROSIO. ¡Lastima! (Volveremos).

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