AQUELLA LIGA INVERNAL VERACRUZANA

Por Cesáreo Suárez Naranjo.

(Capítulo 12)

En tanto que negros nubarrones se cernían sobre los dos principales circuitos invernales del beisbol en nuestro país, de los cuales el peor librado (temporalmente, por fortuna) parecía ser el de la Costa del Pacífico; al grado de que, antes de terminar la temporada 1957/58, abandonaron los equipos de Hermosillo y Ciudad Obregón, y tuvo que dejar la presidencia don Alfonso Robinson Bours; en lo personal, mi vida entraba en un periodo crítico, del que no vale la pena dar pormenores, pero que provocó que "perdiera de vista" la marcha del beisbol por un buen tiempo.

Es por eso - si cabe decirlo - la razón de mis dudas e imprecisiones al narrar estas historias.

Pero, afortunadamente, he podido ir "deshilando la madeja", gracias a información localizada al respecto.

Y, de esta problemática beisbolera que surgió, parecía que la que resultaba ser la más beneficiada era la Liga Invernal Veracruzana pues, como una especie de resurgimiento (!que terminó por ser, únicamente, "el canto del cisne"!), al circuito llegaron muchos jugadores procedentes de equipos de la Costa.

La prueba la tenemos con "esos" Pericos, pues basta ver la nómina para darse cuenta qué clase de equipazo lograron conjuntar. La foto, que me envió el colega RAFAEL ZÁRATE MARTÍNEZ, habla por sí sola.

Pero tenía -ya - "otra prueba", pues como decía en mi anterior, tuve en mis manos el libro que escribió Tommy Morales: "Los Mejores Beisbolistas Mexicanos de Todos los Tiempos", del cual logré extraer algunas notas, antes de devolverlo. Así, encontramos la referencia que hace de la vida deportiva de muchos "grandes" de nuestra pelota.

 Enfocamos nuestra atención, obviamente, en lo que concierne a la Liga Invernal Veracruzana; empezando, a manera de ejemplo, con lo que dijo del Clipper Montemayor, quien: "...formó parte de aquel tremendo Chileros de Jalapa, 1959/60, con Beto Ávila, Rubén Amaro, Papelero Valenzuela, Pasitos Echeverría, Ricardo Garza, Marcelino Solís,..".

Más, cuando habla del Papelero - fuera de que es repetitivo en cuanto a los peloteros antes mencionados - dice que eso fue "en 1958/59". Y, aunque entre estos no vimos incluido a Becerril Fernández, de él - en el artículo correspondiente - dice que: "...fue parte de aquellos Chileros" (mencionando también a Jaime Corella).

El caso es que ya estamos "de vuelta" para seguir hablando - más ampliamente - en lo que sabemos sobre la vida de BECERRIL FERNÁNDEZ. (Por cierto que "encontramos" de nuevo a Beto Ávila, al referirse a él Tommy Morales; !y que se nos había "desaparecido", después que jugó con el "México" en la temporada 1955/56!).

Pero aún falta que establezcamos "ciertos detalles", ya que el mismo Tomás (Morales), en una columna que aparece en Internet, y que tituló: "Campeones de dos Ligas" dice (respecto a los Pericos): "...aquel campeón de la Liga Veracruzana de 1958/59 (SIC) fue también, uno de los más grandes trabucos que se han visto...y tuvieron a estrellas como "La Mala" Torres (?); Leo Rodríguez, "Zacatillo" Guerrero, y a importados de la talla del jonronero Eddie Moore y del catcher Dick Czekaj, con Lino Donoso, el veloz cubano, quedando como pitcher campeón en efectividad y Rafael Fabela en porcentaje. Moore fue...el más Valioso".

Ampliamos al respecto: Eddie Moore bateó para .365; Dick Czekaj dio 13 cuadrangulares, Donoso tuvo 2.75 en carreras limpias aceptadas y Fabela 11-4 en ganados y perdidos. !Hasta aquí!, pero debemos hacer notar que BECERRIL - con los "CHILEROS" - no desentonó, pues empujó 62 carreras.

Es, por tal razón, que permanece en mí la duda, de cuando fue que los directivos dijeron: "la última, y nos vamos".

Ahora bien (y ya para cerrar esta entrega) hemos de decir que BECERRIL "se nos perdió", en cuanto a la temporada 1957/58; pero tenemos - !al menos! - información sobre su participación en "aquella" confrontación entre NARANJEROS y PETROLEROS, en la serie final celebrada en febrero de 1957.

Vemos, pues, que formo parte del line-up inicial, cuando el mánager Frank Oceak lo mandó a cubrir la antesala en el "arranque" de esa confrontación. Más hay que hacer notar que son muy escasas las citas que se hacen acerca de nuestro personaje. Volveremos.