Por Cesáreo Suárez Naranjo
Capítulo 29
En los anteriores 28
capítulos hemos narrado la vida de MIGUEL "BECERRIL" FERNÁNDEZ (que
logré recopilar de la forma más cabal posible) recorriendo - virtualmente -lo
que fueron sus actuaciones en el beisbol profesional durante 14 años a partir
de su llegada al equipo "Mexicali" de la Liga Arizona-Mexico en 1955
(contratado, "según parece", por un magnate de nombre "Tuffi
Hassman" quien le ofreció un salario de 175 dólares mensuales, pidiendo -
Becerril - 225 "grandes"), hasta 1968 - vistiendo la franela de los
Pericos de Puebla - pues todo dio a entender que este gran pelotero optaba por
el retiro, y que "colgaba los spikes" de una manera definitiva.
Debo reconocer que la
mayor parte de la información - en cuanto a cifras exactas - la obtuve de
"The Baseball Official Guide", complementada, de manera adecuada, por
los libros escritos por don Raúl Mendoza y por Tommy Morales; rematando (al
final de cuentas) con el Quién es Quién de la Liga Mexicana, edición 1975,
publicada por Antonio Silva Vidaurry.
En cuanto a lo que hizo
en las ligas invernales en que participó, tomé un poco "de aquí y de
allá", incluyendo páginas de Internet; información - esta última - que
tuve que depurar, pues no toda es verídica.
Según lo que sabemos al
respecto, MIGUEL cogió sus "bártulos" y se vino a su amado terruño,
ubicado en la región sur del estado de Veracruz: LAS CHOAPAS. Ahí, en ese
rinconcito, se "echaba su cascarita" de vez en cuando. Don Augusto
Palma Alor, cronista de Las Choapas (!precisamente!, y biógrafo de
"cabecera" de BECERRIL) narra, en su libro, muchas de las aventuras
que, fuera del terreno de juego, llevaba a cabo nuestro personaje, con un grupo
de amigos, siempre aduladores.
Pero no nos atrevemos a
transcribir ni siquiera una sola de esas líneas, de las muchas que don Augusto
menciona (ya que lo conocía como si fuera de su familia) acerca de esas
"correrías" de palomilla, porque pienso que - con todo y
"todo" - su grandeza, como jugador, sobrepasaba cualquiera de sus
defectos.
Becerril, ADRIANA; con su primo Pancho y su sobrina.
Así que, aquí, lo
"hemos" venido recordando tal como era, pero únicamente en el terreno
de juego.
Pasaron cinco años, con
BECERRIL fuera del "beisbol grande". Pero ocurrió que, para 1974, la
Liga Mexicana adoptó la "regla del Bateador Designado". La cual,
haciendo un pequeño recorrido histórico, ya había sido probada en algunas ligas
menores: la American Association, la Internacional, la Eastern, la de Texas y
la Southern; las dos primeras de Triple "A", y las demás de Doble
A" en 1969. (Me parece, aunque "no estoy tan seguro", que la
Liga Mexicana del Pacífico lo hizo, también, en el invierno siguiente). Todo
esto, hasta ser puesta en vigor por la Liga Americana, en 1973.
Esto nos lleva a
recordar - fuera de contexto - que fue el legendario Connie Mack - allá, por
1906 - el primero que tuvo la idea acerca de un "décimo jugador",
participando en un partido; y que años más tarde, a fines de la década de los
treintas, John Heydler - presidente de la Liga Nacional - la volvía a proponer.
Irónicamente, esto, pues todos sabemos que es precisamente el "viejo
circuito" el que no aprobó, en su momento, la puesta en práctica de esta
moción, y que sólo la acepta para los juegos interligas.
Entonces Chara Mansur,
dueño de los Cafeteros de Córdoba, convenció a MIGUELÓN para que saliera de su
retiro y se calzara de nuevo los spikes, a fin de que desempeñase ese rol para
el equipo, que parecía "hecho a su medida".
Mansur no estaba nada
contento con los resultados obtenidos por el conjunto la temporada anterior
cuando - al mando de Toche Peláez - cayeron al cuarto y último sitio de la
División Suroeste, con marca de 53-79, a 25 juegos de distancia de los Diablos
Rojos (los que, eventualmente, obtuvieron el título), después de que en 1972 -
la primera campaña de expansión, y que marcó el regreso de los Cafeteros a la
Liga - habían sido campeones.
Así que se dedicó a
traer más gente que ayudara a luchar nuevamente por el título. Más, al inicio
de esa temporada, estos son los compañeros con los que BECERRIL se encontró: Luis
Alcaraz, Arsenio "Pinolo" Rodríguez, Porfirio Ruiz, Roberto
Castellón, Manny Álvarez, Wilfredo y Ramón Arano, Gener Rivero, Abel Armas,
Porfirio Salomón, Pablo Gutiérrez Delfín, Justino Delfín, Jungla Salinas, etc.
Narraremos, brevemente, algunos episodios de
esa campaña. Pero eso quedará para nuestro próximo capítulo, que será - también
- el final de esta historia. !Abur!
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