Al Bat
Miguel Sotelo: grande por
excelencia
Por Jesús Alberto Rubio.
Un 22 de junio, de 1933,
nació en Los Mochis, Sinaloa, el gran Miguel Sotelo, Salón de la Fama del
béisbol mexicano y quien está ubicado como el más impactante lanzador de las
primeras siete temporadas de la Liga Invernal de Sonora, hoy LMP.
Con Naranjeros de
Hermosillo está conceptuado como el mejor lanzador derecho de todos los tiempos
y por ello retiró su número 19 el 20 de octubre de 2007.
Su historial es
riquísimo, tanto en invierno como en el verano (LMB) con los Pericos de Puebla
(24 triunfos en 1963 para ayudarlos a conquistar el banderín).
Incluso, como trascendió
como estratega con Obregón, Guaymas, Hermosillo, Reynosa, al cual hizo campeón
en 1969; Tampico, Puebla, Monterrey y Monclova.
Inolvidable fue aquel 69
cuando por vez primera le dieron el mando de un equipo, Reynosa, y los llevó a
conquistar el banderín.
¿Vemos sus records en la
LMP?:
1.- Dos sin hit ni
carrera, con una ocasión quedándose a un out de lograr otro.
2.- Dos veces fue JMV,
siendo bujía junto con Héctor Espino para que los Naranjeros obtuvieran tres
banderines en la primera parte de la década de los 60.
3.- Más temporadas siendo
líder en juegos completos y consecutivos (4); más cierres en un año (7,
empatado con Emilio Ferrer, Panchillo Ramírez, José Peña, Jorge Rubio y
Mercedes Esquer); más campañas siendo líder en ganados (3) empatado con José
Peña.
4.- Más juegos ganados en
un año (18), en forma seguida (13) y en dos temporadas consecutivas (16).
5.- Más campañas seguidas
siendo líder en innings lanzados (3); más en ponches y también años seguidos
(3).
6.- Es junto con Vicente “Huevo” Romo y José
Peña uno de los más grandes
lanzadores de nuestro béisbol de
invierno y en verdad que su marca de 18 triunfos representa ahora algo muy
difícil de superar por la diferencia del rol regular.
Miguel falleció el 7 de
julio de 2007 en la Ciudad de Chihuahua.
Enseguida, le comparto
más datos sobre su notable trayectoria::
“El Caballo” del pitcheo
Cuando Hermosillo fue
bicampeón en las temporadas 1960-61 y 1961-62, Miguel Sotelo fue “el caballo” y
toda una inspiración y liderazgo con su pitcheo.
Además, fue el primer
Naranjero en lanzar un juego sin hit ni carrera (62-63), joya de pitcheo que
también en 1955, con Cananea, logró ante Phoenix en la Liga Arizona-México.
Estudió Odontología
Desde muy niño vivió en
Nogales donde terminó primaria, secundaria y preparatoria. Luego se fue a
estudiar la carrera de Odontología en la Universidad de Guadalajara, pero
faltándole dos semestres para terminarla, dejó los libros por el béisbol.
Antes de meterse de lleno
a la pelota Sotelo fue un excelente basquetbolista, habiendo participado en
torneos estatales y nacionales defendiendo los colores de México.
De aquellos años, Rafael
“Falo” Ibarra Muñoz, ex jugador en los 50´s de la Liga Sun Set, nos ilustra
diciendo que en su juventud como pelotero, a Miguel Sotelo le llamaban “Chile”
ya que era muy delgado y alto, “así como las varillas de cachanilla”. Más tarde
también tendría los apodos de Mike y
“Miguelón”.
Tuve la oportunidad de
tratarlo y en verdad, siempre encontré en él una gran amistad y respeto dentro
y fuera del terreno de juego. Todo un caballero que, luego de retirarse,
administró una casa de deportes que llevaba su nombre (Uniformes Sotelo) aquí
en la capital sonorense.
Vivió enfrente del
“Fernando M. Ortiz”
Miguel vivió en
Hermosillo a unos metros de distancia de lo que fue el estadio “Fernando M.
Ortiz”.
Su estadía en ese hogar
sería entre 1959 y 1966, ubicada por la avenida Morelia, casi esquina con lo
que hoy es el Parque Popular Infantil donde antes estuvo “La Casa del Pueblo” y
en estadio “Fernando M. Ortiz”… hasta 1972.
Rafael, resalta la figura
de Sotelo:
“Miguel fue hombre
bueno, honesto, moral, buen padre de
familia y esposo; como sabes, con educación,
preparación académica, muy social y generoso. Tuvo un gran corazón y el
don de la amistad; siempre manifestó gestos de buena voluntad para todos”.
Dijo que fue su vecino ya que vivió durante algunos años a
cien metros al oriente de su casa. “Todavía está la que fue su residencia, la
que por cierto está deshabitada”.
Ahí cohabitó con su
señora esposa, Leticia Campbell y sus hijos Jesús Santiago, Alán, Fernando y
Lupita, todos radicados en Chihuahua.
Con Mexicali
Miguel Sotelo decidió a
sus 20 años de edad incursionar en la pelota profesional con los Águilas de
Mexicali dirigidos ni más ni menos que por don Adolfo Luque, el inolvidable
“Zorro Plateado”.
Al siguiente año, en
1954, lanzó para Hutchinson Kansas,
sucursal de los Piratas de Pittsburgh y ahí tuvo de timón a George Genovese.
(El 55, pasaría a la historia en la Arizona-México con el no hit no carrera que
ya le cité).
En la famosa Costa del
Pacífico tuvo también momentos grandes: con los Mochis en 1955-56 registró
marca de 2-3, pero en la 57-58, la última de ese circuito, de nuevo cuenta
estuvo a punto de conseguir otro sin hit ni carrera ante Hermosillo:
Ganaba 4-0 y sólo le
faltaba un out para conseguir la gloria. Sin embargo, John Waters le pegó rola
que se fue de hit entre tercera y short y ¡adiós doble cero!
En el 56 pertenecía a la
organización de Pittsburgh, enviándolo a los Tigres del México (tuvo 3-2 y en
el 57, 9-4), pero en el 58 el timón Chuck Genovese decidió mandarlo a Nuevo
Laredo y ahí en el 58 con récord de 4-4 ayudaría a que los “Tecolotes” fueran campeones.
Ese equipo dirigido por
el cubano José “Cheo” Ramos fue algo grande: Además de Sotelo tenía a Arturo
Cacheux, Tony Dichochea (16 victorias); Juan Piedra (15), Máximo García (11),
Romeo Cadena (7), Julio “Jiqui” Moreno,
Procopio Herrera; a Ronnie y Moi Camacho, Rudy Sandoval, “El Zurdo” Escalante,
Pablo Bernard, Baldemar Carmona, “Ronquito” García, Baró, Taborn…
Con los Naranjeros
Miguel Sotelo fue parte
del equipo Hermosillo en la primera campaña de la naciente Liga Invernal de
Sonora en 1958-59, logrando marca de 4-2 y un excelentísimo 1.41 en
efectividad.
La siguiente campaña
invernal no vio acción, pero mire usted lo que sucedió en el 60-61:
De golpe y porrazo se
convirtió en el pitcher sensación por su enorme clase y calidad de su pitcheo:
17-3, 1.95 en CLA y 114K.
El récord de 18 triunfos
A la siguiente campaña,
la del bicampeonato, siguió lanzando en
forma por demás impresionante: 18-6, 1.63 de efectividad y subió su cifra de
ponches a 145.
Sotelo & Espino
En esos dos banderines
consecutivos, los Naranjeros tuvieron de estratega a Virgilio Arteaga y la
poderosa ofensiva en un joven portento que comenzaba a trascender por su
En el primero de esos dos
títulos, el debutante Espino capturó sus primeras coronas de bateo (.380) y la
de jonrones (10), en tanto Sotelo fue el Jugador Más Valioso al ser líder en
ganados y perdidos (17-3), victorias (17), juegos lanzados (23), completos (15)
y ponches (114).
Y cuando lograron el
doble título consecutivo, Sotelo impuso el récord vigente de 18 victorias,
trece de ellos en forma seguida, los que unidos a los primeros tres de la
siguiente campaña, ascendieron a 16. También fue el JMV y, por su parte, Espino
volvió a ser campeón bat con .344.
Fueron aquellos gloriosos
días Naranjeros donde también brillaron con Héctor Espino, Juan de Dios
Villareal, Blas Arredondo, Mauro Contreras, Marco Antonio Manzo, Andres
“Avestruz” Rodríguez, Jesús Bustamante, Eradio Burruel, Horacio Solano, Juan
Suby, Blas Arredondo, Ramón “El Diablo” Montoya, entre otros grandes peloteros
de esa época.
Otro sin hit
La historia aún le tenía
reservado otro gran momento: el 8 de diciembre del 62 en el “Fernando M.
Ortiz”, dejó en blanco y sin hit a los Mayos de Navojoa para una histórica victoria de 2-0.
Ese año tuvo récord de
13-10 y 3.47. Luego, en la 1963-64, logró 13-12 y 2.76, ayudando de nuevo a
Hermosillo a obtener su tercera corona invernal en la que Leo Rodríguez fue el
mánager.
En resumen, de ese
período, nos dice que vistió el uniforme de los Naranjeros desde la temporada
1958-59 hasta la 66-67, logrando 93 triunfos, 811 ponches y una efectividad de
2.59.
Sotelo fue parte de las
escuadras campeonas de 1960-61, 61-62 y 1963-64, además se encuentra dentro de
los diez mejores en efectividad de la historia de la Liga Mexicana del
Pacífico, fue líder en victorias en tres temporadas, y en 1961-62 obtuvo el
máximo número de victorias para un lanzador en el circuito invernal al obtener
18 triunfos, también fue el líder en ponches durante tres temporadas y ganó dos
premios al más valioso.
El 8 de diciembre de 1962
Miguel Sotelo se convirtió en el primer lanzador Naranjero en lanzar un juego
sin hit ni carrera al vencer 2-0 a los Mayos de Navojoa en el antiguo estadio
“Fernando M. Ortiz”.
Señor del pitcheo
Sotelo en esos días era
un portento del pitcheo mexicano, caracterizándose por un excelentísimo
control; era un gran trabajador en la loma, buscando siempre lanzar las nueve
entradas.
Tuvo una recta muy buena,
controlado, sin ir más allá de las 90 millas por hora, incluyendo un gran
slider y curva. Con eso era suficiente para ganar juegos.
El gran Ronnie Camacho,
recuerda: Tenía un slider que le zumbaba al llegar al jom y su recta era muy
pesada, casi si poder conectarla. Además, tuvo una virtud: no daba bases por
bolas.
A Miguel había que
sacarlo antes del tercer inning, si no, ahí lo tendrías todo el juego, como fue
siempre su costumbre.
Aquellos días dominaba a
Héctor Espino con sliders y a Bobby Prescott del Poza Rica, un poderoso
bateador panameño, lo sacaba out fácilmente y siempre con hombres en las bases.
Los 24 triunfos
Su impresionante pitcheo
también apantalló en el verano ya que en el 63 volvió a demostrar su grandeza
con Puebla:
Con los Pericos
trascendió con 24-8), 2.85 de PCL, (¡24 juegos completos!); 9 blanqueadas, 272
innings y 208 abanicados y por supuesto que con la poderosa combinación Ronnie
& Moi Camacho, “El Dúo de la Destrucción”, Tony Castaño el timón y toda la
capital poblana celebraron un gran banderín.
Fue la grandiosa
temporada para Ronnie Camacho al conectar 39 jonrones para imponer nueva marca
de la Liga Mexicana, la que al año siguiente la pulverizo Héctor Espino con 46
En ese gran equipo
también estuvieron Jorge Fitch, José “Zacatillo” Guerrero, Rodolfo “Rudy”
Sandoval, Oscar Rodríguez, Eladio Urías, Pedro Cardenal, Angel “Cuco” Toledo,
Alejandro “Cañitas” Moreno, Juan Suby, Dan Bankhead, Alfredo Mariscal, Julio
“Jiqui” Moreno, Mauro Ruiz, Héctor Holguín, entre oros.
Habían pasado 38 años
para que Puebla ganara un título luego de que en el 60 la franquicia llegó
procedente de Nuevo Laredo.
En las siguientes dos
campañas Sotelo logró 17-12 con 148K y 16-9 y 99 ponches. Esas tres temporadas
fue lo mejor que hizo con Puebla. Luego de un 5-11 lanzó en el 67 con Reynosa
donde tuvo 13-14 y 99K para decirle adiós al pitcheo activo en esa pelota
veraniega.
Cuando Sotelo lanzaba,
Ronnie…
Ronnie de nuevo hace
viajar su memoria y nos dijo:
Una cosa muy curiosa nos
pasaba: Cuando él lanzaba, ¡yo bateaba jonrón!
Enrique Montero Ponce
director del periódico La Voz de Puebla, escribía: Hoy Ronnie dará jonrón; va a
lanzar Sotelo”.
Eso se nos daba; fue algo
por demás especial y veíamos cómo la gente acudía ese día al parque y… siempre
salíamos todos con los brazos en alto, añadió el gran empalmense..
Finalmente, Ronnie
Camacho, sensible y con emoción, expresó: Miguel, debo expresarte ahora que
siempre te recordaré; te ganaste el corazón de Moi, Fitch, Sandoval, Zacatillo,
quienes estábamos detrás de ti cuando lanzabas. Eras disciplina pura, honesto y un excelente padre
de familia....
Ganaste muchos juegos
para nosotros y yo pienso que allá en Puebla, la gente que te vio jugar te recordará como un “Perico” que voló
muy alto, que nos enseñó a todos una férrea disciplina, una responsabilidad
inigualable en el trabajo y una vida social a prueba de todo.....
Gracias Miguel, por
darnos tantas satisfacciones...
Que
Dios te tenga en su Santa Gloria....
Su despedida como pitcher
En el invierno (66-67)
lanzó en lo que fue su octava y última temporada con los Naranjeros, logrando
5-9 y efectividad de 2.31.
Al siguiente año se fue a
los Tomateros y ahí se retiró como lanzador activo culminando así una
brillantísima trayectoria, de las mejores en la pelota mexicana.
Con los Guindas, en la
campaña de 1967 que se jugó con sólo peloteros mexicanos, logró sus últimas tres victorias.
Alfonso Araujo,
historiador non del beisbol, nos dice: El triunfo 93 (en nueve temporadas) y
último fue en Culiacán el lunes 23 de Octubre de 1967, lanzando toda la ruta
contra los Yaquis de Obregón, ganando con marcador de 4-2, venciendo al zurdo
Enrique Icedo con relevos de Carlos Sánchez y Gilberto Castro.
Con Hermosillo acumuló
90-60, abanicó a 792 y terminó con una efectividad de 2.57, la décima mejor en
la historia del circuito.
Sus números de por vida
fueron: en el invierno, 130 ganados y 88 perdidos y 133-115 en la Liga
Mexicana.
También fue mánager
Continuó como manejador
de los equipos de Ciudad Obregón, Guaymas, Hermosillo, Reynosa, al cual hizo
campeón en 1969; Tampico, Puebla, Monterrey, durante cuatro años, y finalmente
Monclova.
Inolvidable fue aquel 69
cuando por vez primera le dieron el mando de un equipo, Reynosa, y los llevó a
conquistar el banderín.
Con Yaquis… y Dave
Winfield
El Ing. Rodolfo Larios
Velarde recuerda cuando Sotelo dirigió a los Yaquis en la temporada 1973-74:
“Fue el año del debut de
Dave Winfield, pero Miguel fue sustituido a media temporada por Marte de
Alejandro y existe la versión que la causa de su despido fue por diferencias
con la legión negra, que alineaba esa temporada con el equipo local, como
Derrel Thomas, Matt Alexander y John Scott, que a la postre resultaron subcampeones
cuando perdieron la serie final en cuatro juegos contra Venados de Mazatlán y
representaron a México en la Serie del Caribe, en sustitución de Venezuela”.
En el 86 tuvo la
oportunidad de conseguir otro galardón con Monterrey, pero perdió la gran final
ante los Angeles Negros de Puebla.
Luego fue gerente de
varios equipos, entre ellos el de Hermosillo.
Ganador nato
Miguel Sotelo hoy es
recordado como uno de los mejores lanzadores en la historia del beisbol
mexicano.
Fue un ganador nato que
en su carrera en el verano y el invierno cosechó marca de 226-179 (93-64 en
invierno y 133- 115 en verano).
Con los Naranjeros
registró 90-64 en siete temporadas desde el 58-59 cuando debutó hasta el 66-67,
aunque la segunda campaña (59-60) no jugó en la pelota frígida.
Su físico de más de 1.90
metros de estatura imponía; dueño de una recta poderosa, pero a la vez de un
buen cambio y un gran control, además con mucha inteligencia para enfrentar a
los bateadores.
Eradio Burruel lo
recuerda:
Eradio Burruel, ex jugador
de los Naranjeros y compañero de Sotelo, lo recuerda como una garantía en la
loma.
“Él era un ejemplo de la
consistencia si no le hacían carreras en el segundo o tercer inning era difícil
que perdiera un juego, sólo necesitábamos anotar una o dos carreras para
ganar”, dijo el ex jardinero.
“Lanzaba de manera muy
inteligente y te podía tirar sin problemas el juego completo como todos los
pitchers de tiempo atrás, ya fuera en la Liga de la Costa o en la Mexicana del
Pacífico”, señaló.
“Era todo un caballero,
un hombre correcto y preparado, ya que él dejó la carrera de odontología para
dedicarse al beisbol”, señaló.
Otro jugador de aquella
generación, Jesús “Chuy” Bustamante, quien fuera compañero de él en el verano
con el Puebla, guarda en su memoria las ocasiones en que le tocó enfrentarse al
sinaloense en el invierno, pero sobre todo recuerda un juego en especial.
“Él me quitó la racha de
23 juegos pegando de hit (12 de enjero de 1962); lo recuerdo bien, aunque
curiosamente ese día le conecté sólido pero a las manos, incluso el ‘Avestruz’
Rodríguez me robó un cuadrangular”.
“Tenía mucha velocidad y
un gran cambio, que sabía cuándo tirarlo, a su debido tiempo, te sacaba de
ritmo, cuando estabas esperando un lanzamiento rápido”, resaltó.
Igualmente, Marco Antonio
Manzo, quien cubriera la segunda base de los Naranjeros por muchos años,
incluso, junto con Burruel, estuvo en la alineación naranjera en el partido sin
hit ni carrera de Sotelo.
“Fue un gran hombre, algo
que recuerdo mucho de él en el terreno es que jamás ser enojaba cuando le
hacías un error (risas) simplemente decía que era parte del juego y luego
comentaba ‘al rato me sacas del hoyo con un batazo.
Detrás del plato Víctor
Saiz, ampayer del beisbol mexicano de 1965 al 2003, reconoció su velocidad en sus
pitcheadas y su gentileza en el trato dentro del terreno.
“En aquel entonces no se
usaba la pistola de radar, pero su recta debió de andar por las 90 millas,
tenía buen control y te aguantaba fácilmente las nueve entradas, además de que
era un jugador tratable, nunca fue grosero en una marcación cuando me tocó
estar cantándole bolas y strikes”.
Lamentablemente, el 6 de
julio del año 2011 falleció en la Ciudad de Chihuahua. Ese año estaba como
buscador de talentos y era instructor de pitcheo con los Dorados de Chihuahua.
El cáncer en los huesos fue minando su vida, hasta que finalmente a sus 74 años
de edad se fue al viaje eterno.
Conceptuado de lo Mejor
En vida, Sotelo fue
reconocido y homenajeado por su notable trayectoria: En 1985 fue entronizado en
el Salón de la Fama del Béisbol Profesional de México con sede en Monterrey.
Por toda esta notable
trayectoria, con 38 temporadas en distintos circuitos, todos coinciden en que Sotelo forma parte
importante en la historia de los 50 años
Liga Mexicana del Pacífico.
Miguel Sotelo, trascendió
en la década de los años 60´s como un gran estelar de los Naranjeros de
Hermosillo y los Pericos de Puebla.
Para muestra, un gran
botón: con los Naranjeros está ubicado en el Equipo del Siglo 20 como el mejor
pitcher derecho.
Está al lado de Bob
Darwin y Claudio Solano como jardineros del prado izquierdo; Héctor Espino,
primera; Roy Johnson y Joe Brovia, en el derecho, Marcelo Juárez, central;
Mario Mendoza y José Luis Sandoval, short; Leo Rodríguez y Celerino Sánchez en
tercera; Miguel Flores junto a Elliot “Bump” Wills, en segunda; Sergio Robles,
y Earl “Búfalo” Averill y Miguel “Pilo”
Gaspar, receptores. En esta lista de oro debo citar a Maximino León y a los
zurdos Ángel Moreno y Alfredo Ortiz.
En el relevo, sin duda,
Dennis O´Toole; como bateador designado, Jerry Hairston, y de mánager: Benjamín
“Cananea” Reyes, ayudado por Virgilio Arteaga y Tim Johnson/Derek Bryant.
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