Gregorio “Chato” Figueroa
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Autor: José Héctor Figueroa Paredes.
Ingeniero de profesión, hijo mayor de cinco hermanos quien escribió el libro, Recordando
a Gregorio “Chato” Figueroa, motivo de su 25 aniversario luctuoso 1993-2018.
Al terminar su carrera
como beisbolista amateur con su participación como seleccionado nacional
representando a México en los primeros Juegos Panamericanos realizados en
Buenos Aires, Argentina en Febrero de 1951, Gregorio Figueroa decidió volverse
profesional y ese mismo año jugó con el equipo de Tuxpan en la Liga de Nayarit
y con Mexicali en la Southwest International League, en ambas ligas de esa
temporada jugó poco pues aún se estaba recuperando de la operación de apéndice
a la que fue intervenido estando jugando en los Juegos Panamericanos y en los
cuales México obtuvo la medalla de bronce.
En el invierno de 1952-53
jugó para los Yaquis de Cd Obregón logrando el honor de ser designado el
“Novato del Año” ante destacada actuación en esa temporada en la Liga de la
Costa del Pacifico.
En 1953 fue un año muy
peculiar para Gregorio pues en el verano de ese año se presentó a jugar con
Mexicali, equipo para el que ya había jugado una corta temporada en 1951, los
Águilas estrenaban nuevo manager el conocido Art Lily a quien contrataron para
el reinicio de la Liga Arizona-Texas. Gregorio se presentó ante Art buscando
una posición en el equipo, debido a que el roster ya estaba completo y
conociendo las habilidades y talentos que se le conocían a Gregorio, Art decidió
buscarle una oportunidad en otro equipo de esa misma liga y habló con Diamond
Cecil quien era el manager recién nombrado de El Paso, Tx, Art conocía bien esa
organización de beisbol pues había sido su manager en las temporadas de 1951 y
1952, así que fue a Diamond a quien le pasó la estafeta y convenció de que
recibiera a Gregorio para esa temporada como jugador de 1B y relevista corto.
Para Figueroa era una
buena ocasión de demostrar sus aptitudes y Art lo sabía, pues a la edad de 25
años era momento propicio para iniciar una carrera en las ligas menores o sucursal de algún equipo de las
ligas mayores al que se puede aspirar a llegar haciendo un buen trabajo en las
menores.
El manager Diamond Cecil
también jugaba la 1B y era bateador zurdo, así que, en ese doble rol dejó muy
pocas ocasiones a Gregorio de tomar la 1B que es a lo que aspiraba desde su
llegada al equipo de los Diablos de El Paso, Tx y no tanto de relevista que
también lo hacía bien. Se conoce que, por estrategia del propio juego, cuando se presenta a pitchear un jugador de
brazo derecho, hay que poner de preferencia en el line up bateadores zurdos, se
asume que también de ahí se agarró el manager para limitar a Gregorio el juego
en la 1B pues era bateador diestro, hay que recordar que en esas épocas eran
pocos los pitchers zurdos y por tanto coincidió con las pocas veces que pudo
aspirar Gregorio a estar en el line up como 1B.
Aceptando ésta como una
buena razón para no entusiasmarse mucho en hacer carrera profesional con un
equipo americano de ligas menores, hubo otra razón más poderosa para no buscar
su destino en el beisbol hacia las grandes ligas, en conversación con su amigo
Rafael “El Yito” Ballesteros, con quien inició a jugar este deporte desde
temprana edad, El Chato le confesó que le chocó mucho el asunto del “racismo”
que se veía en los diferentes lugares por donde jugaban en la unión americana y
en particular en el estado de Texas, encontrarse letreros en las puertas de los
baños públicos en restaurantes y hoteles con leyendas que decían “Solo para Blancos”
era impactante o en la puerta de ciertos restaurantes con cartelones que decían
“no se admiten negros ni perros” era algo muy impresionante pues aunque no
hacían alusión a los latinos, igual se entendía que estaban incluidos.
El racismo ha existido
siempre en el beisbol de ligas menores y grandes ligas, muchos de los jugadores
latinos que participaron en las ligas de la Arizona-Texas y Arizona-México muy
bien pudieron haberse ganado un lugar en algún equipo de ligas menores o
sucursal de equipos de grandes ligas, pues el desempeño de muchos peloteros
latinos que jugaron incluso con equipos campeones de esas ligas, no recibieron
la oportunidad de probar suerte en algún equipo representativo de grandes ligas
por esta situación y es que aún estaba muy reciente cuando Jackie Robinson
retara al racismo de Estados Unidos al ponerse el uniforme de los Dodgers de
Brooklyn durante la segregación racial de este país y se convirtió en el primer
jugador negro en Grandes Ligas el 15 de abril de 1947.
Así que una aspiración
legítima de Figueroa de llegar a las grandes ligas, de alguna manera se vio
frustrada por estas dos razones que tal vez para muchos beisbolistas de su
época podrían no ser suficientes para dejar de aspirar a ser Big Leaguer, para El
Chato si lo fueron, así que decidió no terminar esa temporada de 1953 jugando con
el equipo de El Paso y regresó anticipadamente a su natal Cananea para buscar suerte
en otras oportunidades que el beisbol de la época le podría ofrecer y la encontró
en el verano de 1954 cuando los Mineros de Cananea fueron invitados a formar
parte de la liga Arizona-Texas en lo que fuera la última temporada de esa liga.
Gregorio se ganó la posición de 1B en esa temporada en la que Cananea quedóen
tercer lugar siendo los Phoenix Stars los campeones en esa ocasión.
A partir del año 1955
inicia la temporada de la Arizona-México considerada de nivel de ligas menores
Clase C en la cual Cananea participa con su manager el experimentado Guillermo
“El Memo” Garibay y quedan campeones ese año repitiendo la hazaña el siguiente
año en 1956, siendo el único equipo que lo logró durante esa liga.
En la temporada de 1957
Cananea queda subcampeón detrás de los Phoenix Stars y en el último año de liga
en 1958 el equipo de Cananea se traslada a Nogales y queda en tercer lugar,
siendo campeón el equipo de los Douglas Copper Kings. Gregorio jugó durante
todos los años de esa liga, con un promedio de bateo de 0.330 teniendo sus
mejores años en 1957 y 1958 que promedió 0.335 y 0.337 respectivamente. En las
temporadas invernales de la Liga de la Costa del Pacifico de 1956-57 y 1957-58,
Gregorio formó parte del roster de los Venados de Mazatlán que también estuvo
liderado por Memo Garibay y que en esa última temporada quedaron campeones.
Además de ser buen bat, a
Figueroa se le distinguió por su defensiva inigualable, sus características
físicas de 1.90 mts de estatura, complexión delgada y espigado, le permitía
abrir el compás de sus piernas hasta llegar al piso para “mascotear” el tiro
con su manopla y levantar las pelotas de aire o de pick up, mostraba una habilidad
inusitada con el guante y un dominio absoluto de la posición en 1B que lo hacía
lucir enormemente y no faltaba quien le gritara del público: “Chato pásanos la manopla
para agarrar la bola como tu …. y Gregorio les contesta … no es el guante, es
la mano, ni modo que me la moche (corte)….”, hacía una excelente mancuerna con
el infield a quienes les decía: “ustedes preocúpense de agarrar la bola que les
llegue y tiren como sea a 1B que yo resuelvo”. Quienes lo vieron jugar y
también quienes jugaron con él, coinciden sin exagerar, que no han visto otro
1B jugar esta posición como lo hizo Gregorio “El Chato” Figueroa.
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