CARLOS CASTILLO:
Aquí en nuestro medio (Yucatán)
no tuvimos la oportunidad de seguir la vida beisbolera de la Costa del Pacífico;
sólo nos enterábamos quienes comprábamos las revistas "Beisbol",
"Hit", "Super Hit" y
otras que tengo cubiertas de polvo en un rincón.
Aquí tuvimos un caso
similar al de Pancho García y el caballo.
Fue en la población de
Espita que se presentó un equipo de
Mérida, en aquellos tiempos (años 40´s) se viajaba en ferrocarril; salía de la
llamada Estación Central a las cinco y media de la mañana y había que ver,
aunque no lo creas, la cantidad de entusiastas jugadores que ofrecían para
cubrir cualquier posición si alguno de los integrantes no llegaba porque se
había dormido.
Llegó unos de los teams
a un poblado de nombre Espita y el presidente municipal iba a inaugurar una
calle, no había petrolización, solo calles blancas. Entre los jugadores
meridanos estaba uno de nombre Manuel Ibarra, destacado competidor en carreras
a pie, beisbol, softbol y futbol.
Iba a dar comienzo la
ceremonia y uno de los asistentes montaba un brioso caballo y no faltó entre
los compañeros de Manuel, que luego sería un gran amigo, que compitiese con el
equino y claro que se negó al principio pero ante los gritos del pueblo,
asintió y la carrera inició.
Manolo me confesó que a
la cuenta de "uno, dos, tres", cuando se iba pronunciar
"tres", pisó el acelerador, el caballo no salió como el humano;
entonces toma impulso y como eran unos
ochenta metros, Manuel ganó, pero en la carrera, los gritos de los amigos eran
"cuidado caballo", "cuidado caballo", para advertirle del
"competidor" a sus espaldas.
Manolo ganó y de ahí el
apodo de "Caballo", su hermanito Alfonso fue calificado como "El
Pony".
Mira como me traes
recuerdos de tiempos olvidados.
Te enviaré por correo unas fotocopias de artículos sobre mi persona, "Hace 24 años funcionó en
Yucatán la primera y única academia de beisbol", cuando en 1956 llega el
"Cubaneleco" subcampeón nacional de Cuba y lo recibo al frente del
"Policía de Mérida"; otro de cómo se perdió dicho juego, y uno más de
mi propuesta a la Liga Mexicana de que
se volviese a animar a los aficionados a anotar el beisbol.
Bueno ya basta; mejor, un
saludo afectuoso a todos ustedes.
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