LUIS ELOY RAMÍREZ
CABRERA
Jesús A.
Saludos como siempre a
ti y la Hermandad, quiero hacerte una aclaración sobre un detalle que se te fue, imagino por la emoción de reseñar el momento excepcional ha logrado tu paisano
con esos dos últimos juegos.
Dave Stieb, ciertamente
llegó lanzando juegos perfectos de manera consecutiva hasta el octavo capitulo
pero fue en 1988.
La primera joya la estaba tallando contra los Indios
(24/9/1988), hasta que luego de retirar a Andy Allanson (C) y al emergente
Willie Upshaw, y aun out de la inmortalidad el dominicano Julio Franco, se puso
duro en el home y luego de 7 lanzamientos, conectó el 8vo pitcheo en cuenta de
2-2, rumbo al centro, quitando de un zarpazo el honor Stieb.
Finalmente el
designado Dave Clark sería el out 27 con un elevado inofensivo, pero el trabajo
quedaría como un juego de un hit.
Seis días después
(30/9/1988) ante los Orioles, el derecho Stieb arribaría nuevamente al 9no acto con la gloria a 3 outs.
El primero
en salir fue Brady Anderson con una manso rodado a la inicial, seguiría el
veloz Jeff Stone quien tomaba la garrocha como emergente por Ken Gerhart y
salía out por la vía 1-3, pero ya cuando las probabilidades apostaban a la
gloria de Stieb, otro emergente- por Craig Worthington-, de nombre Jim Traber y
curiosamente en el mismo conteo de 2-2 con el Franco le quebró su primer
intento de perfección: despachó el sexto lanzamiento del diestro como un
sencillo al bosque derecho.
El out 27 lo entregó por la vía 5-3 el zurdo Joe
Orsulak.
Y como si aun no pudiera asimilar lo del día 24, menos de una semana
después la pesadilla regresó por partida doble; dos juegos perfectos perdidos a
falta del out 27, como nunca antes la letanía del gran Yogi tuvo mayor vigencia
"el juego no se acaba hasta que se acaba"......
Pero siguiendo con el
As de los Jays, podríamos hasta llamarlo "mala suerte Stieb" y con
justa razon, y es que antes de estos dos partidos fallidos, el 31 de mayo de
ese mismo año, el recordado B.J. Surhoff le había conectado en el 3er capitulo
de aquel día un imparable para dejar al astro con 3 juegos de un hit en una
misma campaña.
Pero Hermandad, la
pesadilla de Stieb no concluyó ese año pues el 10 de abril (Yankees) y el 26 de
agosto (Cerveceros) de 1989, de nuevo se quedó corto con dos juegos de un hit.
¿Mala suerte Stieb? pudo ser.....
Pero como quien persevera vence, el 2 de
septiembre de 1990, el incómodo derecho consiguió la gloria al lograr el tan
varias veces malogrado No Hit No Run. Esta vez amarró a los Indios que tenían
en su ofensiva a hombres como Carlos Baerga y Candido Maldonado, al final pudo
dormir sin pesadillas para el resto de su vida.
y es que, "los otros son
sólo deportes, el beisbol es un amor". Brian Gumbel
Nos veremos pronto
Hermandad...
Luis Eloy.
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