GRAN TRAGEDIA EN EL BEISBOL.
Todos los deportes han sufrido pérdida de vidas en accidentes que nos
han impactado. Recientemente, en Sudamérica, el equipo de futbol Chapecoense,
sufrió un accidente aéreo en el que murieron casi todos sus pasajeros, entre directivos,
jugadores y personal de la aerolínea siniestrada.
En el Rey de los Deportes, Don Carlos Castillo Barrio, historiador del
béisbol en Yucatán y Campeche, rememora una tragedia que enlutó el béisbol en la Mayor de las Antillas, a
través del primer tomo de una serie de cuatro libros, tres pendientes de ver la
luz, en la Editorial
del Instituto Cubano del Libro en la ciudad de la Habana , intitulado
Enciclopedia Biográfica del Béisbol Cubano, Tomo I, Siglo XIX.
Esta monumental obra se ha logrado gracias al esforzado y laborioso
trabajo del Prof. Juan Martínez de Osaba y Goenaga, en Pinar del Río, y Félix
Julio Alfonso López, así como de Yazel Enrique Porto Gómez, en la Habana , que le abrieron las
puertas, a través de sus páginas, de lo ocurrido en Cuba.
Para ello, nos remonta al año de 1898 cuando un 25 de Enero arriba a la
bahía de La Habana
el acorazado norteamericano de segunda clase USS Maine, de más de cien metros
de eslora, 20 metros
en su parte más ancha y más de seis mil toneladas de peso. Contaba con una
tripulación de unos 364 hombres y su capitán era Charles Sigsbee.
En la noche del 15 de Febrero, la ciudad se estremece con una
explosión. El Maine se había desintegrado. ¿Qué ocurrió? Se han escuchado
diversas versiones pero nada se pudo esclarecer. Lo que nadie sabe, señala el historiador
yucateco, es que en la tripulación figuraban los integrantes del equipo de
béisbol del Maine.
En un ambiente de confraternidad racial, impensable en los torneos
oficiales de grandes Ligas, encabezados por el lanzador zurdo William Lambert,
el Maine había derrotado 18 x 3 al USS Marblehead en Diciembre de 1897.
El torneo se celebró en Cayo Hueso y enseguida el navío recibió la
orden de dirigirse a la isla y tuvieron que dejar una cabra que era la mascota
del equipo y al jugador John H. Bloomer, los únicos sobrevivientes de la
tragedia que se avecinaba.
Cae la noche del 15 de Febrero y otro de los integrantes de la novena,
C. H. Newton da el toque reglamentario para apagar las luces. El reloj marcaba
las 9.10 de la noche y media hora después sobreviene el mortal estallido que
ocurrió en los pañoles de munición ubicados en la proa del navío, debajo de los
camarotes de la tripulación.
Don Carlos Castillo repite la pregunta: ¿Qué ocurrió? Los hechos son
los hechos y la historia recoge esa fecha como motivo para que los Estados
Unidos se introdujesen a la Guerra Hispano
Cubana.
En las visitas que ha realizado a la Isla , para investigar sobre la relación entre el
beisbol cubano y el yucateco, Don Carlos Castillo ha encontrado, no una
relación sino un matrimonio. “Gracias Cuba por traernos el béisbol”, reconoce
el historiador yucateco.
Recomienda a los turistas que viajen a La Habana , visitar el
monumento al Maine, en el Vedado, ubicado en el malecón de la ciudad, casi con
la calle “O”.
En la enciclopedia arriba mencionada, en la Bibliografía
Consultada aparece su nombre en la página 408 “Castillo
Barrio, Carlos R. “Historia del Beisbol en Yucatán y Campeche entre los años
1892 y 1905”, ediciones de la Universidad Autónoma de Yucatán.
(Al calce de la nota, aparece una fotografía del Monumento al Maine).
Esta nota fue publicada por mi amigo Juan Diego Casanova Medina,
destacado columnista deportivo del diario local “Por Esto”, en la página cinco
de la Sección
de Deportes, el día 15 del mes en curso.
http://www.cubadebate.cu/fotorreportajes/2014/05/09/descubren-imagenes-ineditas-de-la-intervencion-de-eeuu-en-la-guerra-de-hispano-cubana/#.WKx2bm_hCM8
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