Fiesta de pueblo por el
Juego de las Estrellas del béisbol en Cuba
* Grandes concurrencias
pese a las inclemencias del tiempo
* Justos
reconocimientos a Glorias del Deporte Nacional
* Aficionados locales
presentes y de todo el país a través de la TV disfrutaron el accionar de
estrellas de al menos tres generaciones
Por Juan E. Batista
Cruz
Las Tunas, Cuba.-
Durante el fin de semana esta ciudad, Balcón del Oriente en la Mayor de Las Antillas,
se convirtió en la capital de la pelota nacional, cuando su estadio Julio
Antonio Mella, todo engalanado para la ocasión, acogió la gran fiesta del Juego
de las Estrellas correspondiente a la temporada 55, a punto de arrancar con la
segunda y definitoria fase por el título que defienden los tigres de Ciego de
Ávila.
Fue un fin de semana
cargado de actividades de todo tipo, matizado principalmente por la presencia
de los mejores peloteros de la actual contienda, de los venerados veteranos que
brillaron décadas atrás en terrenos propios y extraños, activistas destacados
de todo el país y los representantes de los medios de difusión masiva (radio,
televisión, prensa escrita y digital) de circulación nacional.
El clima parecía
dispuesto a “aguarle la fiesta” a los tuneros y, por supuesto, a todos los
cubanos y fuertes lluvias de alrededor de 15 horas, durante jueves y viernes,
nos pusieron “los pelos de punta”. El tiempo mejoró y aunque al final de la
tarde del domingo, volvieron los aguaceros, en esencia se cumplieron los
objetivos de una festividad que debe mantenerse y en la que debe trabajarse
para que cada año sea superior.
La jornada sabatina
cumplió las expectativas, con las victorias de Frank Camilo Morejón
(Occidentales) en el tiro de los receptores al barril situado sobre la
almohadilla de segunda y de Luis Róbert Moirán (Orientales) en el disparo de
precisión desde el jardín central al plato, en tanto que Osvaldo Vázquez
(cinco) y Yosvani Alarcón, del Oriente y Yurisbel Gracial, del Occidente (tres)
clasificaron para la final del Derby de jonrones del domingo junto a Alfredo
Despaigne (Granma), invitado especial.
Pese a que la grama no
estaba en las mejores condiciones, el juego de cinco entradas entre las
estrellas retiradas fue disfrutado de lo lindo. Al margen de la victoria de
Orientales 2 X 0, lo más convincente fue la forma brillante en que se
desplazaron la mayoría de los peloteros veteranos, la inusitada vitalidad de
algunos lanzadores y el quehacer técnico-táctico, digno de ser imitado por los
atletas en activo.
Es preciso destacar
cómo rememoramos momentos extraordinarios de la historia del béisbol
revolucionario: vimos erguirse en el montículo al guantanamero Giorge Díaz,
pítcher ganador del partido por el primer título olímpico en Barcelona-92 y, lo
más emocionante de todo, el accionar de la formidable batería que inicio por
Cuba frente a Japón en la discusión de la corona del I Clásico Mundial de
Béisbol en el Petco Park, de San Diego, Estados Unidos, formada por el receptor
Ariel Pestano, de Villa Clara y el serpentinero Ormari Romero, de Santiago de
Cuba.
Es cierto que la lluvia
alcanzó el protagonismo principal en la jornada dominical, pero debemos
agradecerle que esperara para que el pueblo disfrutara las victorias de los orientales Julio Pablo
Martínez en la carrera de jon a primera y Yosvani Alarcón, ídolo local, con sus
nueve estacazos en la final del Derby de jonrones. Ah y, aunque no tuvo
validez, porque no se pudo completar el quinto inning, el Juego de las
Estrellas de la actual temporada tuvo el incentivo de los bambinazos de Alex Mayeta y Yurisbel
Gracial y la joya regalada por los lanzadores de Occidentales, quienes lograron
actuación perfecta, al retirar por su
orden a 12 bateadores de Orientales.
Al decir de todos los
participantes a quienes contacté, Las Tunas fue una excelente sede de la gran
fiesta de la pelota cubana, su pueblo, conocido por la hospitalidad que brinda
a los visitantes, mereció que su equipo, uno de los principales animadores de
la actual temporada nacional, le regalara con su esfuerzo en el terreno, estas
inolvidables jornadas.
Es de esperar,
entonces, que a partir del martes 15, cuando arranque la segunda etapa y los
Leñadores reciban a los piratas de la Isla de la Juventud, la afición replete
las gradas del “Mella” y ese entusiasmo se repita para recibir con el respeto y
cariño que merecen, los restantes conjuntos que lucharán por arrebatarle el
banderín a los aguerridos tigres de Ciego de Ávila, monarcas defensores.
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